El dictador cubano Miguel Díaz-Canel, exigió a sus funcionarios mantenerse “alerta” ante el coronavirus ya que “lo peor aún no ha llegado”.
“Las medidas nos están dando resultados, pero no podemos confiarnos, todavía no hemos entrado al momento más crítico”, aseguró.
El líder comunista informó que desde el seno del castrismo se está “trabajando” para evitar que el coronavirus continúe expandiéndose por Cuba.
“Si seguimos trabajando con esta eficiencia, con este resultado, e incrementamos ahora, con las posibilidades que tenemos, las pruebas y, por tanto, las detecciones y los aislamientos, podemos avanzar y alejarnos de las consecuencias tan funestas que ha traído la pandemia en otros lugares del mundo”, dijo.
Pese a esto, los contagios en Cuba siguen incrementándose día a día.
El lunes, el Ministerio de Salud Pública informó sobre 31 nuevos casos de coronavirus, la mayoría de ellos cubanos, elevando la cifra de infectados a 170.
Las medidas ante la COVID-19 están dando resultados, pero no podemos confiarnos #CubaSalvaVidas #SomosCuba #SomosContinuidad https://t.co/H0AYqQ0Ra3 vía @PresidenciaCuba
— Miguel Díaz-Canel Bermúdez (@DiazCanelB) March 31, 2020
Entre los nuevos pacientes se encuentra una bebé de 7 meses y dos niños de 18 meses y 13 años.
Además el número de muertos ascendió a cuatro, luego de que un paciente falleciera en el Hospital Dr. Antonio Luaces Iraola.
Se trataba de un cubano de 63 años que vivía en la provincia de Ciego de Ávila. Tenía antecedentes de diabetes mellitus e hipertensión arterial y sufría de insuficiencia respiratoria severa a causa del virus.
En referencia a estos casos, Díaz-Canel afirmó que los médicos cubanos “lucharon” por preservar sus vidas, pero “lamentablemente el estado en que estaban impidió que pudieran salvarse”.
Pidió a sus funcionarios que se controle el cumplimiento de las medidas de prevención contra el coronavirus, que incluyen el aislamiento social, algo difícil de cumplir en Cuba por la elevada escasez de comida, productos de aseo y servicios públicos de calidad.
Las aglomeraciones para comprar comida se repiten en diferentes puntos de Cuba, a pesar de que hay policías para controlar las filas interminables.
Redacción Cubanos por el Mundo
