Miguel Díaz-Canel, indicó que se debe aplicar “todo el peso de la ley” a quienes violen las medidas establecidas por su régimen para frenar el brote de coronavirus.
La indicación de Díaz-Canel se suma la “advertencia” que medios del Estado cubano habrían hecho recientemente, sobre las consecuencias de incumplir las normativas para enfrentar el virus.
La prensa estatal reseñó que tendría severas sanciones tanto económicas como riesgo de prisión, según reporta el noticiero de la Televisión cubana, lo estipulado en el Código Penal de Cuba.
Quien infrinja las disposiciones dictadas por las autoridades sanitarias competentes para evitar la propagación de enfermedades transmisibles, o afecte los programas relacionados, incurrirá en “sanción de privación de libertad de tres meses a un año o multa de cien a 300 cuotas o ambas”.
Además, Díaz-Canel afirmó que Cuba cuenta con las condiciones para intensificar las pruebas que se le realizan a los casos sospechosos de COVID-19 (coronavirus).
“Tenemos que organizar la manera más rápida en que podamos llegar a las primeras 10 mil muestras y después, un segundo momento para alcanzar las 20 mil”, precisó el mandamás.
Un tardío despertar
Desde el pasado 24 de marzo, el castrismo adoptó medidas para intentar frenar el brote de coronavirus; una de ellas fue el cierre de fronteras aéreas y marítimas para los visitantes extranjeros, aunque un tanto tardía en comparación con la actuación en el resto de América.
Aunado a eso, el régimen cubano pidió evitar las aglomeraciones públicas, mantener distanciamiento social, usar tapabocas y quedarse en casa el tiempo que sea necesario.
Pero estas recomendaciones son difícilmente acatadas por los cubanos, pues aún persisten las colas en los establecimientos para poder adquirir “algo” de comida o productos de aseo.
Para el martes, el Ministerio de Salud Pública de Cuba reportó 186 casos positivos de coronavirus, luego de registrar 16 nuevos infectados en 24 horas.
Actualmente, en Cuba se reporta de forma oficial un total de seis muertos a causa de la enfermedad y unos dos mil 837 pacientes permanecen ingresados.
Otras 27 mil 139 personas están bajo vigilancia en sus hogares.
Redacción Cubanos por el Mundo