Más de 1200 pasajeros a bordo del crucero MS Zaandan, suplican desesperadamente a Florida que les permita entrar al puerto.
Así lo relata Andrea Anderson, quien junto a su esposo abordaron el crucero MS Zaandam, en Buenos Aires, hace más de tres semanas, sin saber que el viaje coincidiría desastrosamente con esta pandemia global.
Varado y encerrado en el mar, incapaz de encontrar un puerto dispuesto a aceptarlos, su barco ha estado atrapado en un patrón de espera durante casi dos semanas.
Hasta ahora han sido rechazados por Chile, Perú y Argentina, pero están trazando un curso lleno de esperanza para los Estados Unidos, a saber, Fort Lauderdale, Florida.
“No sé si nos aceptarán, espero que lo hagan”, dijo Anderson, de 63 años.
Anderson, junto a más de 1,200 pasajeros, ahora están suplicando a Florida que les permita ingresar, pero los funcionarios, incluido el gobernador Ron DeSantis, dicen que el estado simplemente no tiene los recursos para asumir una carga adicional en medio de una creciente crisis de salud.
“No podemos permitir que personas que ni siquiera son floridanos sean arrojadas al sur de la Florida usando esos valiosos recursos”, dijo DeSantis.
Según publica Nbc New, cuatro personas murieron en el barco, al menos dos del coronavirus, otras nueve resultaron positivas y otras 179 experimentaron síntomas similares a los de la gripe.
“Las personas se enferman y necesitan atención médica adecuada en un hospital, no pueden ser tratadas a bordo”, dijo Anderson.
“La gente en este bote, todos somos padres, abuelos, tíos y tías de alguien. El gobernador debería pensar “¿y si mi madre estuviera en ese bote?”, cuestionó.
Si bien el gobernador ha expresado su firme desaprobación con el desembarco del barco, la última palabra está en manos de la Comisión del Condado de Broward, que no pudo tomar una decisión el martes.
La comisión aún está esperando protocolos claros y adecuados para el desembarco de la línea de cruceros.
Todavía tienen muchas condiciones para considerar, dijo un portavoz de la comisión.
El Zaandam, y su barco gemelo, el Rottendam que tomó pasajeros asintomáticos del Zaandam, llegarán a Fort Lauderdale el miércoles, para consternación del alcalde de la ciudad.
“Somos una comunidad que está tratando de mantener todo unido”, dijo el alcalde Dean Trantalis, el lunes.
“No necesitamos más infección en nuestras comunidades. No puede venir a Fort Lauderdale”, afirmó.
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Redacción Cubanos por el Mundo
