Sin piedad alguna. El presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, emitió la orden a las fuerzas de seguridad de “disparar a matar” a quienes no acaten la cuarentena.
La decisión, en medio de la pandemia por coronavirus, busca frenar a los movimientos sociales que demandan alternativas económicas.
Y no titubeó. Aseguró que sus órdenes son directas a la policía y al ejército de su país.
“Si hay un problema, o surge una situación en la que la gente pelea y sus vidas están en peligro, disparen a matar”, refirió el mandatario filipino.
Philippine President Rodrigo Duterte said he would not hesitate to have his soldiers shoot dead those who violated coronavirus lockdown measures https://t.co/PoortoX6Tf pic.twitter.com/QEOwMHXEd3
— Reuters (@Reuters) April 2, 2020
La sutileza no lo caracteriza. A un grupo de personas en Manila, que le demandaban ayuda para afrontar la crisis les indicó que los enviaría a la tumba de insistir.
“Muerto. A cambio de causar problemas, te enviaré a la tumba”, dijo el presidente de Filipinas.
Duterte acusó a grupos civiles de izquierda de instigar la protesta: “Izquierdistas, ustedes no son el gobierno. No anden por ahí causando problemas y disturbios porque ordenaré su detención hasta que finalice el brote”.
La paralización de muchos sectores del país ha dificultado la subsistencia de la población, especialmente en los barrios más vulnerables.
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Y mientras, el Congreso de su país le confiere “poderes especiales”. Entre ellos, un total de 4 mil millones de dólares para ser distribuidos en al menos 18 millones de hogares más necesitados.
Cesa el trabajo pero no el hambre
Se estima que en Filipinas, el 16 por ciento de la población vive bajo el umbral de la pobreza.
President Duterte has repeatedly ordered police & others to kill alleged drug offenders. Now he's ordering police & military to kill those violating #COVID19 quarantine. The Philippine government must end incitement to violence & protect the right to life & human rights. pic.twitter.com/Jj0xuRPrC6
— Amnesty International (@amnesty) April 2, 2020
Buscando calmar las aguas de quienes reclaman soluciones ante el hambre, Duterte refirió que esperen porque la ayuda llegará.
«Solo espere la entrega incluso si se retrasa, llegará y no pasará hambre. No morirá de hambre», indicó el presidente de Filipinas.
Pero su mensaje perturbó, especialmente a los más jóvenes. A través de redes sociales comenzaron rápidamente a pedir su salida del mandato.
«Estamos seriamente alarmados de que las palabras del presidente, que se traducirán en formas peores y más brutales de violaciones de los derechos humanos, represión y violencia estatal en los próximos días», lamentó la organización de derechos humanos Karapatan.
Redacción Cubanos por el Mundo
