El fundador de Microsoft, Bill Gates, desaprueba rotundamente a quienes se están lucrando exageradamente con el mercado de los insumos médicos.
Gates sabe de lo que habla cuando se refiere al tema sanitario y a los riesgos de que el coronavirus termine extendiéndose por los países más pobres, o de ingresos medios. “Lo terminará haciendo”, dice el magnate.
“Llevo 20 años pidiendo a los líderes mundiales que inviertan en la salud de las poblaciones más pobres del mundo, argumentando que era lo correcto, y lo es. Pero las pandemias nos recuerdan que ayudar a los demás no sólo es correcto, sino que es inteligente”, publica el portal Alnavio.
Bill Gates reclama una estrategia mundial para luchar contra el coronavirus. Esa estrategia incluye “asegurarse de que los recursos mundiales estén distribuidos eficazmente”. Y esos recursos son mascarillas, guantes y las pruebas de diagnóstico.
“Esperamos que al final haya bastante para todos, pero mientras el suministro sea limitado, tenemos que tomar decisiones inteligentes. Por desgracia, en estos momentos no siempre se está haciendo”
Bill Gates
Es en ese punto en el cual Bill Gates pone el foco; porque no le gusta lo que ve respecto al mercado de insumos necesarios para prevenir y combatir la pandemia.
Si bien aprueba algunas medidas tomadas por los distintos gobiernos, llama la atención sobre este punto en particular: “Piensen en las decisiones que se están tomando a mayor escala”.
Y cuestiona: ¿Cómo se están distribuyendo las mascarillas y las pruebas en una comunidad o un país respecto a otro? La respuesta suele reducirse a esta preocupante cuestión: ¿quién es el mejor postor?”.
Como se sabe, el mercado de las mascarillas se hizo caníbal. Y esto no significa competencia. Se detectan robos, y posiciones de fuerza. Un país interfiere en la compra de otro. Pagan más, y suben los precios. Es la ley de la selva, del que más puede.
En este sentido Gates aclara que cree en “el capitalismo, pero hay mercados que, lisa y llanamente, no funcionan bien en caso de pandemia y el de los suministros de emergencia es un ejemplo evidente”.
Así que hace un llamado al papel que debe desempeñar el sector privado, y al mismo tiempo reclama que “tenemos que distribuir los recursos en función de la salud pública y las necesidades médicas”.
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Redacción Cubanos por el Mundo