Una pareja en Reino Unido tomó una decisión envidiable, ambos renunciaron a sus trabajos para desconectarse de la sociedad y emprender viajes en alta mar, hace dos años.
Para lograr emprender esta aventura, ambos pidieron a sus familias que se mantuvieran en contacto, pero sin dar malas noticias.
Ajenos a toda información sobre la pandemia del COVID-19, que desde hace semanas invadió a todo el mundo, la pareja, cruzaba el océano Atlántico desde las Islas Canarias hasta el Caribe.
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Tras 25 días de viaje en alta mar, Elena Manighetti y Ryan Osborne quisieron dar un receso y atracar en una isla del Caribe a mitad de marzo, pero como no tenían señal telefónica desconocían las consecuencias a las que podrían enfrentarse al pisar tierra firme.
En medio del mar aún, cuando recuperaron señal de teléfono, descubrieron que las fronteras de la isla estaban cerradas y que el mundo atravesaba una pandemia de la que no habían oído nada.
“En febrero habíamos oído que había un virus en China, pero con la poca información que teníamos imaginamos que al llegar al Caribe todo habría terminado”,
revela Elena.
“Nos enteramos que el mundo se había infectado”, dijo Ryan.
La pareja tiene una cana en Youtube, en la que cuelgan sus aventuras en alta mar.
Fronteras cerradas
Ellos estaban aislados, pero por gusto, no por la pandemia y al intentar conectar de nuevo con el mundo, se dieron cuenta del cierre de las fronteras y conocieron la magnitud de la situación, pues al principio pensaron que se trataba solo de medidas de prevención por la temporada alta, luego descubrieron que no.
“Primero intentamos atracar en uno de los territorios franceses en el Caribe, pero cuando llegamos descubrimos que todas las fronteras estaban cerradas y que las islas no permitían el ingreso“,
añade Ryan.
De vuelta en su bote, la pareja desvió su viaje a Granada y finalmente llegó a un área en el mar donde su señal 4G fue lo suficientemente buena como para entender lo que significa el COVID-19 y su alcance.
Para que les permitieran el ingreso a San Vicente, Italia, la pareja tuvo que constatar que el recorrido de su barco a través de la señal de GPS, lo que afortunadamente habían hecho, para poder atracar el barco.
Pudieron exhibir su historial de viaje ante autoridades de San Vicente y demostrar que no solo no habían estado en Italia en meses, sino que también estuvieron aislados durante 25 días en el mar.
Familias enfrentaron el COVID-19
Tanto a Elena como a Ryan les resultó impactante escuchar cómo la pandemia afectó la vida de sus familias, especialemnte en la región de Lombardia, el epicentro del COVID-19 en Italia.
“Mi ciudad natal está en la región italiana de Lombardía, que ha sido una de las más afectadas en el mundo (…) Mi padre me dijo que no entrara en pánico. Me envió un perfil del New York Times de nuestra ciudad natal, lo que hizo que todo se sintiera repentinamente real. Me sorprendió”, comenta.
Aunque, por suerte, su familia había acatado las ordenes de confinamiento, y estaban bien.
Elena y Ryan están a salvo en Bequia, San Vicente, pero están preocupados por cuánto tiempo podrán permanecer allí, pues quieren retomar su recorrrido en alta mar por el Caribe.
Reacciones en contra de la pareja
La pareja no la tuvo fácil luego de que se conociera la noticia, pues han recibido muchos mensajes negativos, por desconocer una noticia de tal magnitud.
Despertar para ser llamado idiotas en Internet nunca es agradable. Nos han echado de menos a lo grande en todas las noticias (…) Para la historia REAL sobre nuestro cruce del Atlántico y la pandemia, lea el artículo en The Guardian o escuche BBC Radio 5. Y, por supuesto, puede reunirse con nosotros en nuestro canal de YouTube cualquier día”,
escribió la pareja en su Instagram.