Un “significativo aumento de la demanda” en el servicio eléctrico, debido a las medidas de aislamiento por el COVID-19 reporta la Unión Eléctrica de Cuba.
Según el director general de la UNE, Armando Cepero, las fallas eléctricas (apagones) reportados en varias zonas del país no están “relacionados con problemas de generación”
Sin embargo, el significativo incremento de la demanda responde según la Unión Eléctrica de Cuba, a la “mayor permanencia de las personas en sus hogares y el aumento de la temperatura ambiente”.
Dispositivos de protección instalados en plantas generadoras y subestaciones, se disparan al presentarse averías, al incrementarse el consumo o debido a las temperaturas, aseguran.
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Para evitar los apagones, la medida propuesta por las autoridades de Cuba, es “desplazar el consumo fuera de los horarios picos de la demanda”.
Plantean cocinar a destiempo, encender aires acondicionados solo después de las 10 de la noche y minimizar el uso de electrodomésticos.
El incremento en el consumo eléctrico ha significado, según refieren desde la industria eléctrica cubana, el consumo de más de mil toneladas de combustible, adicionales a lo planificado.
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Además, aunque el cobro del servicio fue diferido, ha insistido la prensa oficial en recordar que de igual forma tendrán que cancelar el consumo más adelante.
“Para favorecer el aislamiento social, se aplazó la obligatoriedad de pagar la factura de electricidad de manera presencial en las oficinas comerciales; pero la decisión no implica que no se pagará ese consumo”.
Luego añade Granma: “Evite, con el ahorro, que las tarifas acumuladas mientras dura la epidemia, no lo sorprendan después en la economía familiar”.
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Redacción Cubanos por el Mundo
