Aunque todo parezca oscuro, siempre hay una oportunidad. La historia de este médico cubano en Brasil, así lo demuestra. El coronavirus le devolvió su oficio, ese que había dejado tras la cancelación del programa binacional ‘Mais medicos’.
La prensa de Brasil narra la historia de Raymond García, un médico cubano de 33 años, que regresa a su profesión, en el país que decidió quedarse aún después de perder la vida que conocía hasta entonces.
Junto a otros 85 colegas y compatriotas, el médico cubano se incorpora a trabajar ante la contingencia por coronavirus en la ciudad de Belém, en Brasil.
Antes de que le llegara este momento, el joven cubano resolvía su vida y la de su familia como podía, con lo que tenía.
Trabajaba como vendedor ambulante ofreciendo bocadillos y hacía turnos en una farmacia en Ponta de Pedras, en Pará.
Él tiene una residencia en medicina intensiva y enfermedades infecciosas. Además, siente que está en el momento exacto “renacido”, para hacerle frente a la pandemia, agrega UOL.
“Hacía mucho tiempo que no me ponía mi bata blanca. Estoy emocionado, es como un renacimiento. Me quitó la frustración que había en mi corazón. No será fácil pero es el deber con esta tierra que me dio mi libertad y un hijo” confiesa el médico cubano tras llegar a la provincia de Brasil.
Ahora atenderá a los pacientes que lleguen al hospital de campaña habilitado en el centro de eventos en Belém, donde experimentan un incremento sustancial de casos que asciende a los 2470, al momento de esta nota.
Médico cubano en Brasil dispuesto a abandonar carrera, no la libertad
Cuando se anunció la suspensión del programa Mais Medicos, García decidió permanecer allá, porque había formado una familia junto a Janira Seara, madre de su hijo, nacido el 25 de junio de 2018.
Desempleado, a la espera de la reválida de su título, resolvió como pudo la comida de su casa. Durante un año ejerció como vendedor ambulante en la calle; luego, le llegó la oferta en la farmacia, algo que a muchos de los médicos cubanos no les ha llegado ni tienen esperanza que les llegue nunca. Otros, ni siquiera han podido conseguir como trabajador ambulante en la calle.
Hoy este médico cubano celebra esta oportunidad, pues confiesa que realmente le gusta Brasil, el país que le brindó su “libertad”.
“Es mi segunda patria, ser médico nuevamente es volver a ser una persona”, finalizó.
Redacción Cubanos por el Mundo