Durante el Consejo de Ministros de este lunes en el que se aprobó el Plan de la Economía de 2020 e indicaciones para 2021, el guiño de Miguel Díaz-Canel al sector privado en Cuba salta a la vista.
A juicio del mandamás cubano, tras escuchar sobre los “desafíos” que sufrirán en La Habana, en materia económica, la respuesta debería ser un “pensamiento distinto”.
Inclusive habló de que en la Estrategia de Desarrollo Económico y Social se debe concebir un nuevo concepto porque reconoció que no pueden “seguir haciendo las cosas de la misma manera”, reseña Granma.
Se mostró insatisfecho con las propuestas presentadas. Pidió no “conformarse” con el ajuste al Plan y la planificación para el 2021, en medio de la crisis mundial, recordando que hay que “de manera más rápida”, terminar de revisar la Conceptualización del Modelo Económico y Social”.
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Citó las “buenas experiencias” en alianzas entre privados y estatales, que se han reportado durante la pandemia y por ello, consideró que hay que revisar las “formas de gestión” en el sector privado en Cuba, cómo redimensionar a este y también al empresarial y la “adecuada relación” entre ambos.
“No se trata de improvisar, sino de introducir en los esquemas económicos y en las políticas de desarrollo, los nuevos actores y prácticas que han estado aprobadas en la Conceptualización, en los Lineamientos de la Política Económica y Social, y en las Bases del Plan de Desarrollo Económico y Social hasta 2030”.
Estimular al sector privado en Cuba: ver para creer
Pidió a sus compañeros del Partido Comunista de Cuba “valentía”, como si se tratase de una aventura extrema y no de la adecuación de un modelo económico acorde a la dinámica global, para hacer las cosas “diferentes”.
“Hay que tener valentía y tenemos que hacer cosas diferentes, haciendo lo mismo no vamos a resolverlo, ni vamos a avanzar más”, explicó Díaz-Canel
Antes de la llegada de la pandemia, ya Cuba estaba en aprietos económicos al ver afectada tres actividades esenciales: el turismo, la energía y las relaciones con bancos del exterior.
Todos estos sectores responden, en parte, al endurecimiento de las sanciones desde Estados Unidos, que han condicionado otro punto del que sobrevive la maltrecha economía cubana: las remesas.
En 2019 Cuba recibió casi un 10 por ciento menos turistas en relación con el año anterior. Además las reservas financieras disminuyeron tras la cancelación de acuerdos por servicios médicos a Brasil, Bolivia y Ecuador, siendo las brigadas médicas la principal fuente de divisas.
Sin el turismo, los médicos cubanos, las regalías de benefactores como Venezuela y los préstamos de terceros, Cuba necesita del sector privado, que ha ido en crecimiento, pese a las continuas restricciones que buscan contener su auge.
Pymes: una tabla de salvación
Así, sin divisas, Cuba necesita mayor producción interna pero el Estado ha demostrado no estar en capacidad de hacerlo; su sistema burócrata ralentiza cualquier proceso, hecho inclusive reconocido en la prensa oficial.
Joaquin Benavides, economista y exfuncionario gubernamental, lo explica en un artículo publicado en ‘El estado como tal’.
Manifiesta que Cuba necesitaría aprobar un instrumento legal que permita la conformación de pequeñas y medianas empresas, principalmente en materia de producción de alimentos, incorporándose en ese proceso, las cooperativas agropecuarias.
Sugiere “superar temores infundados sobre el sector privado en Cuba, resida donde resida” y orienta en gran medida el proceso de trabajo entre ambos.
Otro artículo citado en el referido blog agrega: “el establecimiento de PYMES en Cuba pudiera aumentar el Producto Interno Bruto entre 1,5 y 1,7%”.
Redacción Cubanos por el Mundo
