Una vez más, los cubanos denuncian y exponen el mal estado de los alimentos que distribuye el régimen, de cara a la crisis sanitaria producto de la pandemia del COVID-19 en Cuba.
En esta oportunidad, a una familia de Santiago de Cuba le tocó el turno de hacer las compras en los módulos alimenticios, donde les vendieron croquetas, picadillo y jamonada, pero ninguno de estos productos parecía apto para el consumo humano.
Esta pareja que espera un bebé y tiene una hija de cinco años, abrió el mercado y notó la que las croquetas “son duras como una piedra” y “el picadillo es un asco porque al cocinarlo suelta una baba”, además de la jamonada que parece “de cartón” con “trozos de algo que no pueden identificar”, afirmaron a Cubanet.
Asimismo, la mujer cabeza de familia indicó que, “un mensajero llevó a su vivienda dos módulos, uno asignado a las embarazadas y otro a los niños”, que para las gestantes tenía vinagre, un paquete de espaguetis, una lata de puré de tomate, un puñado de galletas dulces, queso fundido, chocolatín, más picadillo pero de soya y croquetas de la misma calidad que la vendida en la carnicería. Por su parte, el módulo para niños contenía una “africanita de chocolate, un paquete de sorbetos y un puñado de galletas dulces”.
Para poder hacer esta compra, por el bajo poder adquisitivo de la familia, tuvieron que pedir dinero prestado, porque el costo de ambos eran de 11.00 y 155.00 CUP, respectivamente, “apenas tienen para el pan diario” y que para el pomo y el pollo no les alcanzó.
Consumidores de la Carnicería ubicada en la calle Rastro y Trinidad, de Santiago de Cuba, informaron que, hasta ahora, solo les han vendido una libra de pollo por persona a 20.00 pesos CUP, 6 unidades de croquetas a 0.50 centavos CUP, una libra de picadillo de chorizo a 10.50 CUP, y un pedazo de jamonada del ancho del dedo índice por persona a 0.70 centavos.
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Esta no es la primera denuncia de este tipo, en anteriores oportunidades también se ha visto cómo en los módulos para adultos y para niños, le faltan el respeto a los cubanos.
Hace unas semanas, el régimen de cuba implementó un expendio de comida, que en teoría ayudaría a mitigar el hambre, que en época de coronavirus se ha agudizado por las medidas confinatorias.
La distribución de estos alimentos se hace a través de la libreta de abastecimiento, con algunos productos normados para mayores de 65 años y otros grupos familiares, sin embargo, la comida que ha llegado, ha sido en mal estado y punto de descomposición, sin mencionar que está a altos costos que no todos pueden pagar.
1. Esta es la masa cárnica de vísceras que el régimen cubano vende a los adultos mayores.
— Cubanet 🇨🇺 (@CubanetNoticias) May 7, 2020
📝 / 📸 Laura Rodríguez Fuentes pic.twitter.com/f3o9sXNV3l
