El canciller de la dictadura de Cuba, Bruno Rodríguez, acusó de presunta “negligencia” a EEUU en la investigación del ataque a su embajada en Washington a finales del mes de abril.
Rodríguez, indicó además que la administración de Donald Trump guarda un “silencio cómplice” mientras calificó el ataque de “atentado terrorista”.
“El Departamento de Estado y el Gobierno de los EE.UU. lamentablemente han optado por silenciar este grave ataque terrorista. Hasta este mismo instante no se ha producido ninguna declaración pública de condena a este hecho, ni de rechazo al acto terrorista”, afirmó.
El ataque a la embajada en Washington ocurrió el pasado 30 de abril, cuando Alexander Alazo, un cubano de 42 años oriundo de Texas, disparó con un rifle de asalta contra la sede diplomática.
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“El Departamento de Estado demoró casi cinco días para ponerse en comunicación con las autoridades cubanas y emitir alguna información de carácter oficial sobre este grave suceso”, subrayó.
Bruno expresó en su diatriba antinorteamericana, que el ataque a su embajada en Washington es culpa del “discurso agresivo contra Cuba” y exige a Estados Unidos una investigación profunda.
“Se aprecia negligencia en la conducta de los EE.UU. que no actuó ante informaciones de esa naturaleza”.
Afirmó que la administración Trump incumplió con “su obligación” de prevenir el ataque, alegando que había recibido “señales suficientes” sin decir cuáles.
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Recordó además que en Cuba “no existen organizaciones criminales”, en referencia a las acusaciones de Alazo, sobre de que era perseguido por agentes de la Seguridad del Estado.
Del atacante se sabe que mientras vivió en la isla mantuvo una conducta normal, con inclinaciones religiosas, dedicándose a la labor pastoral.
Cumplió el servicio militar sin ninguna dificultad, y en el año 2013 viajó a México con una visa religiosa, país donde vivió durante varios años.
Redacción Cubanos por el Mundo