Ketty Méndez, madre cubana que denunció la desatención de su hija con autismo en Cuba, está siendo objeto de hostigamiento y acoso por parte de sus vecinos que se identifican como revolucionarios.
Según conoció Cubanos por el Mundo, sus vecinos interceptan a quien se acerque a su casa para ofrecer ayuda, con el propósito de atacar su reputación y desmeritar las penurias que vive Méndez, en compañía de su niña.
“Mis vecinos comunistas castristas lamebotas son capaces de hacer cualquier cosa con tal de ganarse un punto”, confesó Méndez, quien ya no sale sola a la calle por el temor del accionar represivo del régimen; este le ha enviado a una trabajadora del Departamento de Nutrición para atenderla, lo que no hizo en los últimos 22 años, hasta que Ketty salió en el programa de Otaola.
Para ella, quien confesó no esperar nada más del comunismo cuando reaccionó contra la petición de donaciones al pueblo cubano, agradece a la doctora que ahora se haya “tomado la molestia”, pero ya no espera ayuda de ninguno de ellos.
“Si vienen ahora no es por amor. Mi niña es una niña transmisible que capta las cosas ambientales y espirituales. Todo el que va a venir ahora es por lo que está sucediendo, así que ya que vengan por ese motivo, los estoy rechazando, ya no los necesito”.
En cambio, confiesa por primera vez en su vida sentir una paz indescriptible, luego de ver las manifestaciones de afecto y expresiones de solidaridad del exilio cubano, que al conocer su caso se ha movilizado para buscar ayuda.
“Yo por primera vez en mi vida tengo una paz, una firmeza, una confianza que nunca había vivido en mi vida. Estoy viendo la realidad, el verdadero amor en el prójimo, esto no lo conocía antes. Nada de lo que digan ni de lo que hagan, me va a hacer retroceder”.
No es solo la madre cubana quien está siendo objeto de amenazas y acoso. También sus familiares. Su sobrina, a la que identifica como Claudia, y quien la acompañó a salir a realizar diligencias, es hoy objeto de “bullying”, según manifestó Ketty para Cubanos por el Mundo.
Pero a las intenciones de manipular su historia, práctica común desde el Partido Comunista de Cuba (PCC), les dice de forma enfática: “Llegaron tarde”.
La historia de Ketty Méndez conmovió a la comunidad cubana dentro y fuera de la Isla. Ella narró su realidad pero dignamente también desenmascaró a la “potencia médica” que día a día, con decisiones burocráticas, expone su rostro inhumano, su apetencia de poder por encima del sufrimiento de todo un país.
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Redacción Cubanos por el Mundo
