Volver a casa. Ese es el mayor deseo de un grupo de al menos noventa cubanos que se encuentran varados en Managua, capital de Nicaragua. Desde que a mediados de marzo y a causa de la pandemia por COVID-19, Cuba decidiera cerrar sus fronteras, sus vidas dieron un giro inesperado.
Cubanos por el Mundo habló en exclusiva con algunos de los antillanos afectados. Ellos, por razones de seguridad, eligieron ofrecer declaraciones en condición de anonimato, no solo ante el temor de que sean sacadas de contexto por quienes anteponen la retórica a la necesidad de sus ciudadanos, sino porque están en territorio desconocido y no saben lo que podría ocurrir.
https://soundcloud.com/maria-fernanda-munoz-sanchez/entrevista-a-cubanos-varados-en-nicaraguaEstán sin dinero, “pasando hambre y necesidad”. No hay respuesta alguna y “todo es un engaño”. Acuden a la opinión pública buscando que alguien atienda su situación.
“Llevamos cuatro días sin comer, no tenemos cómo subsistir, porque no nos prestan ayuda. Lo que pedimos es un poquito de comprensión y ayuda. Estamos peores que los haitianos. No hay higiene alguna porque no tenemos ni jabón para bañarnos”, comentó uno de los varados en Nicaragua en entrevista para Cubanos por el Mundo.
Hombres y mujeres, madres y padres. Todos unidos en el anhelo de volver a casa y demandando a las autoridades de la isla una solución, pues hasta ahora, sus súplicas han sido en vano.
Uno de los cubanos, a quien llamaremos Jaime para no comprometer su identidad, comenta que esta era la primera vez que salía de su país. Se confiesa guajiro y salió de Cuba solo con la intención de comprar algunas cosas para su casa. Para su sorpresa, quedó retenido en terreno desconocido.
Él viajó a Nicaragua a mediados de marzo junto a dos familiares. No tenía pensado prolongar su estancia más de un mes, pues además de que eso implica más gastos por su estatus legal, los cubanos viajan a Nicaragua con el dinero “contado”. Hoy solo quiere volver a casa junto a su familia.
https://soundcloud.com/maria-fernanda-munoz-sanchez/enttrevista-a-cubanos-varados-en-nicaraguaLa compañía aérea, Aruba Airlines, que se suponía debía traerlos a casa no les dio respuesta. Jamás contestaron sus peticiones, se excusaron en que el cierre de fronteras de Cuba no les podía garantizar el aterrizaje y no se expondrían. Fueron así hacia Migración de Nicaragua, donde lejos de ofrecerles ayuda, les recordaron el cobro de la prórroga para permanecer legales en el país otro mes más: 500 córdobas, el equivalente aproximado a 15 dólares.
Pero la indiferencia de Migración Nicaragua no fue distinta a la respuesta que les ofrecieron en la Embajada de Cuba en ese país. En la instancia que se supone es un “pedazo de Cuba”, vertieron sobre ellos un balde de agua helada: “La embajada no tiene ninguna responsabilidad sobre la acción de cada ciudadano. Es asunto de cada viajero”. Y de pernoctar en la sede diplomática, la respuesta sería enviarlos directo a un centro de reclusión.
El 30 de marzo partió un vuelo habilitado de la aerolínea estatal venezolana Conviasa con destino a Cuba. Para poder acceder a él, cada cubano tenía que pagar cerca de 400 dólares. Quienes manifestaron que no tenían cómo costearlo, sencillamente no viajaron. El vuelo partió de Nicaragua con 75 pasajeros, quedando no menos de la mitad del avión con puestos vacantes.
“Muchos no tenemos ni dinero para cuando aparezca un vuelo poder pagarlo, lo poco que algunos tenían ahorrado se lo han tenido que comer para mantenerse. Esa es la situación que tenemos muchos aquí y es difícil, es preocupante”, comentó otro de los antillanos.
Cubanos varados: la espera que desespera en Nicaragua
Han transcurrido más de dos meses en espera y Jaime, junto a decenas de cubanos, se siente cada día más angustiado. Aunque considera estar en el grupo de los “privilegiados”, si es que puede llamarse así, pues han recibido ayuda de ciudadanos nicaragüenses y esa suerte no la ha tenido el total de cubanos, el pago de servicios como agua, luz, renta y comida no espera. Y por su condición de turista, buscar trabajo para sostenerse mientras pasa la pandemia, tampoco es alternativa, además de las restricciones debido al virus.
“Muchos cubanos no han tenido apoyo. Las personas se protegen. Aunque quieran ofrecerle apoyo no pueden, porque es un contexto muy difícil, porque no saben si está contaminado o no está contaminado. El que nos brinda el apoyo es porque es un tipo con timbal, porque se la está jugando. Si no nos apoya la embajada, dime tú quien nos va apoyar”, mencionó Jaime (nombre ficticio).
Acciones son amores
Para los cubanos varados en Nicaragua, es difícil comprender que con las buenas relaciones con Daniel Ortega, las autoridades de La Habana no hayan podido conseguir algún mecanismo, si bien no para transportarlos, al menos para ubicarlos en algún “albergue”, donde estén protegidos mientras pasa la emergencia y puedan regresar.
Su realidad contrasta con la aseveración de Granma, máximo órgano de propaganda del Partido Comunista de Cuba (PCC), donde aseguran que “Cuba no deja desamparado a ninguno de sus hijos”, transportando viajeros desde Estados Unidos que manifestaron querer volver a Cuba.
“Ningún ciudadano que quede varado merece esto, que no se le atienda como es debido, ni se le dé apoyo. Mucho tiempo gestionando, se comprende que hay cosas que para que se den no se dice pero ha pasado mucho tiempo, es abusivo”, comentó otro de los cubanos entrevistados.
Redacción Cubanos por el Mundo
