Una lamentable situación se presenta por las malas gestiones de la administración castrista. De acuerdo a una denuncia hecha en el diario oficialista Juventud Rebelde, las autoridades le niegan el traslado de gas a unos ancianos que se mudaron de Matanzas para La Habana.
El protocolo para conseguir el gas licuado es engorroso. Es un elemento indispensable para la cocina cubana y está completamente regulado por el régimen.
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Sin traslado de gas a ancianos de La Habana
La terrible situación se le presentó a Maritza E. Martínez Larred de 67 años y su esposo de 75 años. El hombre tiene diabetes, insuficiencia renal y se sigue recuperandose de un derrame cerebral que tuvo hace seis meses.
Martínez contó a medios independientes que antes vivían en Jagüey Grande, provincia de Matanzas, y se mudaron en febrero a San Miguel de Padrón, provincia de La Habana.
Ya eran clientes de gas licuado. Cuando cambiaron de domicilio les entregaron los cilindros y solo debía regresar a Matanzas para recoger el traslado. Sin embargo, empezaron las restricciones por el coronavirus y esto se volvió imposible.
Aunque llamaron incontables veces a las oficinas de gas licuado no les dan respuesta. Martínez explicó que su esposo no puede consumir cualquier alimento por lo que necesitan que les suministren el gas.
La mujer, que repetimos, tiene 67 años de edad, llegó al punto de caminar 86 cuadras a su avanzada edad para hacer la petición directamente en las oficinas y fue en vano.
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“Le planteé la situación de mi esposo, que presentamos apagones en diversas ocasiones y él no puede comer cualquier comida. Me encuentro desesperada”.
Mientras siguen esperando una respuesta “de arriba” reciben ayuda de vecinos.
Les prestaron una cocina eléctrica que se dañó y la arrocera no funciona correctamente. Sus problemas para comer adecuadamente solo empeoran con los días y no reciben una solución.
Redacción Cubanos por el Mundo