En un operativo en aras de decomisar mercancía, la policía intervino dentro de la “casa almacén” de un cubano, que fue acusado de acaparamiento, pero el dueño no solo se defendió de los funcionarios, sino también del periodista del noticiero.
En el reporte de la prensa oficial, indican que en la vivienda se hallaron numerosas piezas, accesorios y tubos, que estaban destinado para obras hidráulicas en Guantánamo.
El dueño de la supuesta casa almacén, alegó que los productos no fueron adquiridos al mayor y que los acumulaba desde hace más de cinco años, tras la compra al menudeo.
“Yo los compraba porque me dedico a eso, soy plomero y trabajo particular para la calle”,
se defendió el cubano que estaba siendo interrogado por el impertinente periodista oficialista.
Por su parte, el jefe del sector de Policía Nacional Revolucionaria (PNR), Eddy Pineda Rodríguez señaló al cubano, por presuntamente acaparar materiales para la construcción, que serían comercializados de forma ilícita.
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Otra de la mercancía que el régimen supuestamente se llevó al centro de decomisos, fueron cajas de cigarrillos, jabones, entre otros; en grandes cantidades, de los cuales se desconoce la procedencia.
Cabe destacar que, en el espacio informativo, destacaron que las acciones irregulares de este tipo, cometidas por los funcionarios del régimen castrista, seguirán arreciando.
Incrementan decomisos en Cuba
Desde el brote de la pandemia por el coronavirus, la PNR se ha enfocado en perseguir a los comerciantes cubanos, para hacer decomisos de mercancía, impidiendo que la población pueda trabajar.
La policía ha aprovechado el apoyo de los “chivatones” para allanar las viviendas de presuntos acaparadores, en medio de la fuerte escasez que se ha pronunciado por el COVID-19 y la mala gestión de la dictadura cubana.
Pese a que algunos cubanos están de acuerdo con estas acciones, otros piensan que solo encrudecerá el desabastecimiento, pues en los locales comerciales autorizados no se consiguen muchos de los productos, que pueden ser adquiridos en el mercado informal.
Estas “ilegalidades” como las califica el castrismo, no existirían si el gobierno garantizara el abastecimiento, la producción y el libre comercio.