La falsedad sobre la situación de “potencia médica“, que alegra la dictadura cubana, queda al descubierto nuevamente, esta vez, por una madre e hija extrajeras, que quedaron varadas por el COVID-19 en Cuba, quienes son nativas de San Vicente y las Granadinas (SVG).
Actualmente Kerene Isaacs y su hija Rashaika “Ungi” King, están dentro de la Isla, luego que esta última se sometiera a una operación debido a problemas respiratorios.
Madre e hija llegaron a Cuba el pasado 3 de marzo y el procedimiento quirúrgico de King (financiado por el gobierno de su país), se llevó a cabo el 7 de abril, recibiendo el alta médica el pasado 12 de mayo.
En medio de la situación epidemiológica de Cuba, el alojamiento del dúo está siendo cancelado por SVG, pero Isaacs y King están desesperada por regresar a su tierra, ya que en a Isla que se destaca por ser una supuesta “potencia médica” no tiene los suministros básicos para la higiene, lo cual representa un problema para ambas.
En una entrevista, las mujeres declararon que, en la Isla no hay ni agua potable, ni los artículos de higiene sanitaria; y ninguna esperaba estar tanto tiempo dentro del país, por lo que ya se consumieron todo el dinero tratando de estar más cómodas, pese a que SVG les paga también la alimentación.
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La situación económica para ellas también es un problema en su nación, pues los hijos de ambas, están padeciendo por la reducción de los servicios públicos, mientras estas permanecen en Cuba.
“Realmente necesitamos ir a casa porque esta es una situación terrible (…) Se esperaba que ella (King) hiciera una segunda cirugía, pero no hay dinero para hacerla”,
dijo en desesperación Isaacs, pese a que está agradecida con su gobierno por la primera intervención.
Asimismo, explicaron que en Cuba, han tenido que ingerir agua de la tubería, porque el suministro de agua embotellada no es suficiente; además no han podido lavar su ropa y aseguran que la comida es horrible
Por otra parte, madre e hija, quedaron impactadas cuando vieron a un camarero del hotel, sacando las sobras de comida de los platos de otras personas, para poder llevárselas a su casa, debido a la situación de desabastecimiento y pobreza en Cuba, a causa de la mala gestión del régimen cubano.
“No estamos recibiendo ningún buen trato aquí … ni siquiera tenemos compresas sanitarias, ni roll-on”,
dijo Isaacs.
“Queremos volver a casa porque cuando se acaba la botella y media agua, no sabemos dónde obtener agua (…) el agua de la tubería puede dañar sus riñones”, añadió.
Cabe destacar SVG las envió a Cuba para recibir la atención médica que requerían, la cual ha sido bastante costosa y carece de atención integral oportuna.
Por su parte, el embajador de SVG en Cuba, Ellsworth John dijo que Isaacs y King están atrapadas por el cierre de las fronteras en la Isla, sin embargo, prometió que cuando se reaperture el dúo tomará el primer vuelo disponible a casa.
“No hay nada, podemos hacer en este momento”, finalizó John.
