Ante el asedio de la Policía Nacional Revolucionaria (PNR) en Cuba, los “coleros”, ciudadanos que revenden productos obtenidos en los comercios del Estado, deciden treparse en los árboles para evadir las patrullas, asegura el medio oficialista Tribuna de La Habana, en base a testimonios de ciudadanos en colas.
El particular mecanismo consiste en que, ante la amenaza de que se acerquen funcionarios de la PNR, deben rápidamente subirse por los árboles para “esconderse” entre las ramas. Califican el hecho como un mecanismo de “ficción”, que se presenta en el reparto de Flores, de la provincia capitalina. Pero esto no queda aquí, también puede ocurrir en Playa, como testificaron algunos familiarizados.
Otro de los mecanismos empleados por los denominados “coleros”, es cambiarse de ropa para distraer a los oficiales, en caso de que ya hayan sido acusados, despojarse de las compras que hayan realizado en algún sitio seguro y volver nuevamente a la cola para hacerse de otros productos.
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Los mecanismos de control impuestos por las autoridades en la provincia para regular la oferta, son burlados por los “coleros”, debido según la publicación de Tribuna, a la falta de registro en las tiendas sobre los compradores, además de que la aplicación diseñada para controlar el surtido, tampoco se está utilizando, otro mecanismo fallido para controlar las colas en Cuba.
Controles son distorsiones: colas en Cuba siguen sin producción nacional
Una de las medidas aplicadas en otras provincias es controlar mediante la libreta de racionamiento, la venta de productos aun cuando su precio está liberado. Inclusive, recoge el citado medio de La Habana, que es un planteamiento “ciudadano”, que coincide con esta propuesta, poniéndolo en boca de Lázaro V., de Centro Habana; esto con el fin de que no se produzcan hechos de acaparamiento y la posterior venta a precios elevados, de quienes logran comprar tras varias horas en colas en Cuba.
Lo que no menciona la publicación de Tribuna es que los coleros, son una consecuencia de una falla de origen y no la problemática en sí por las colas en Cuba. El mercado negro se ha hecho negocio debido a la deprimida oferta del Estado y la incapacidad del régimen de la isla de reponer el inventario constantemente, la depreciada producción nacional y la dependencia en la importación, bajo un modelo económico altamente atenido a las dádivas de aliados extranjeros.
Además, también son funcionarios del Estado quienes terminan favoreciendo el acaparamiento, e inclusive los trabajadores de comercios estatales incurriendo en estas fallas, al ser quienes manejan el control de los productos a ofrecer.
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Redacción Cubanos por el Mundo