El brote en tienda La Época de La Habana significó, hasta ahora, el “mayor evento” registrado en Cuba, en palabras de Miguel Díaz-Canel, mandamás cubano.
Su reacción llega luego de que este lunes, el balance oficial arrojara el doble de infectados que venía reportando habitualmente, con 38 casos positivos a la COVID-19.
Los números presentados por el Ministerio de Salud Pública de Cuba (MINSAP) representan el mayor indicador en el último mes, y de ese total de 38, al menos 32 se relacionan con el brote en tienda La Época, que derivó además en el contagio en Laboratorios AICA y en la Empresa Nacional de Transporte.
El gobernador designado de La Habana, Reinaldo García, confirmó que solo en los últimos días de cincuenta y siete casos vinculados con el evento, 44 están conectados con lo sucedido en tienda La Época. Producto de él, al menos 106 casos se han confirmados de forma oficial por las autoridades de la isla.
Para Miguel Díaz-Canel el evento en tienda La Época supera exponencialmente al brote registrado en el Hogar de Ancianos N3 de Santa Clara, provincia de Villa Clara. Lo calificó del de “mayor magnitud” que ha registrado la isla desde que el pasado mes de marzo se reportó el cierre de fronteras ante la llegada del coronavirus a Cuba.
La mayor molestia, es que el brote ocurra cuando desde el Partido Comunista de Cuba (PCC) aceleraran el paso para abrir las fronteras, sintiéndose que había – al menos a efecto mediático – controlado la pandemia.
En las últimas semanas, la propaganda oficial se enfiló a promover el estado de superación de la COVID-19, las jornadas de desinfección de aeropuertos y lugares de interés turístico, mientras además, prohibía que los habitantes de Matanzas visitaran Varadero para tenerla “lista”, cuando se diera el aviso oficial de apertura.
Sin embargo, a juicio de Díaz-Canel, lo ocurrido en tiendas La Época denota “negligencia”, y además considera que dejó expuesto que existen todavía en el sistema “errores”, que dan espacio para que el virus continúe circulando con total libertad. Todo apunta a que el proceso de nueva normalidad en Cuba está todavía distante.
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Redacción Cubanos por el Mundo
