La activista Zenaida Rams Santana de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), acusa al régimen cubano de haberle “inoculado” una bacteria mortal, después de haber dado a luz a su última hija.
Zenaida Rams Santana, fue intervenida quirúrgicamente para esterilizarla, hace ocho meses en el hospital materno Clínica de Los Ángeles en Santiago de Cuba. Esto fue inmediatamente después de haber dado a luz a su última hija, de nombre Perla Claudia.
A los dos días de convalecencia, el 5 de octubre, se presentó un incendio en la sala de hospitalización de las recién paridas, quienes entraron en pánico debido al peligro que corrían tanto ellas como las criaturas, narró Rams Santana.
El incendio se debió a un cortocircuito por un televisor. Ya el director del hospital había dicho que, por lo general, en horas de la madrugada, el sistema de cableado eléctrico se sobrecargaba.
Los bomberos tardaron en llegar cerca de una hora, por lo que el fuego debió ser controlado por los trabajadores del hospital. Mientras, las madres y sus bebés fueron reubicadas en otras salas, sin la ayuda de camillas ni sillas de ruedas.
“Yo creía que se me iba a abrir toda la herida. Mientras estaba a gritos por los dolores, a la jefa de Ginecobstetricia solo le importaba que yo no publicara lo que estaba ocurriendo”.
Rams Santana
Comienza el calvario
Denunció, a través de sus redes sociales, haber sido instalada en una sala infecciosa, en deplorables condiciones de aseo e higiene, exponiéndose a contraer alguna infección. Como de hecho ocurrió, días después su herida se infectó.
Ante esto los médicos aplicaron tratamiento y dijeron que la infección cedería en un máximo de siete días. Le recetaron gentamicina, heparina sódica y metronidazol. En ningún momento, le suministraron Rocefin, un antibiótico de amplio espectro, pero escaso en la Isla desde hace cierto tiempo.
Pasada dos semanas, fue dada de alta, aun sin sanar su herida. Sin tratamiento y sin su boleta de egreso del hospital, ya que el médico responsable se negó a dársela.
A los días, debió regresar al hospital después de haber sufrido un desmayo, la infección había avanzado. Nuevamente le aplicaron tratamiento, que no resultó, y le dieron de alta sin sanar por completo.
Su situación familiar, tan complicada como su salud…
Entre tanto, el esposo de Rams Santana, Ovidio Martín Castellanos se encontraba secuestrado por el régimen en represalia por su activismo en la UNPACU. En febrero del año 2020, tras ser liberado, recibió nuevas amenazas de parte del régimen cubano, lo que le obligó a exiliarse.
“Mi esposo ha sufrido mucha represión, estando preso esta última vez fue golpeado y muy maltratado. Ahora lo volvieron a detener y querían llevarlo otra vez a prisión”.
Rams Santana
Sin embargo, Martín Castellanos, en una declaración a CubaNet, dijo que su exilio se relacionaba con los problemas de salud de su esposa,
“Mi mayor preocupación es mi esposa, han pasado ocho meses (desde que dio a luz) y está peor, sin esperanzas de que mejore en este país donde el sistema de salud es precario y, además, donde nuestras vidas corren peligro por todo el activismo a favor de la libertad de Cuba que hemos realizado”.
Martín Castellanos
Añadió, que toda esta situación ocurrida es preparada por los esbirros del régimen cubano, quienes obedecen ciegamente a sus amos sin medir las consecuencias de sus actos.
¡Sin asistencia médica!
Rams Santana no ha recibido asistencia ni del médico de la familia, ni de ningún otro especialista del policlínico correspondiente. La UNPACU le proporcionó una ronda del medicamente Rocefin, pero aun así la herida sigue infectada, y presenta dolores.
Le fue negado el derecho a ver los resultados del último exudado vaginal realizado, y le fue indicada una nueva intervención quirúrgica. Pero, al no ser considerada “paciente de alto riesgo” debe esperar que se “normalice” la actividad hospitalaria.
Señala Rams Santana, que esta debió ser una operación con una recuperación sencilla, sin ningún tipo de complicación. Por lo que está convencida que no es un acto casual, que su infección fue “inoculada” por instrucciones del Departamento de la Seguridad del Estado.
El caso de Rams Santana no es el único. Hasta ahora, han sido muchos los detractores del régimen cubano que se han quejado de malas praxis, tanto en centros hospitalarios como en los penitenciarios.
Incluso, está el de Ruiz Urquiola, quien asevera le fue inoculado el virus de inmunodeficiencia humana (VIH), cuando hacía una huelga de hambre como protesta por haber sido encarcelado injustamente.
