La prensa oficialista calificó de “ilegal” a La Valija Roja, un servicio de entrega de alimentos que utilizan principalmente los cubanos en España, para hacerle llegar productos a sus familiares en la Isla.
Acorde a un reportaje presentando en la televisión cubana, este mecanismo intentaba – en palabras del reporte – burlar a las autoridades locales de Camagüey.
Según la televisión estatal, esta forma de hacer llegar combos de productos para los cubanos en la isla es una forma delictiva, utilizando para ello como excusa que presuntamente el vendedor percibía mayores ingresos que el costo del producto, una práctica que por lo visto, solo está permitida para el régimen de la isla, que ofrece productos importados, inaccesibles para la gran mayoría.
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Las autoridades locales habían estado siguiéndole la pista desde inicios de mayo, al ciudadano que hacía las entregas en Camagüey, con conexión en España, en lo que parece ser más un emprendimiento familiar ante la oferta y demanda.
La Valija Roja: el régimen no tolera competencia
Aseguran que la Valija Roja formaba parte de un intercambio “ilícito” de alimentos comercializados entre los cubanos, con una organización desde el exterior.
“La particularidad de este caso está en que lo recibido por 24 personas en Cuba no superaba los 500 pesos nacional por cada envío y, sin embargo, en el exterior tenían que depositar 94 euros por cada solicitud”, expone.
“Cubanos residentes en España pagaban para que entregaran esto a sus familiares y amistades”, añade el reporte, sin hacer mención de que los cubanos fuera del país buscan la forma de reinventarse para solventar las necesidades de sus familiares en Cuba, al no poder adquirir de forma natural y común, los productos básicos en cualquier red de abastos y supermercados.
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La Valija Roja es una de las formas más usadas por los cubanos que se encuentran haciendo vida en España y continúan viendo de sus familiares en la isla. Con el ojo puesto sobre el servicio, el panorama se hace turbio, en momentos donde la crisis de desabastecimiento en la isla alcanza un punto máximo, sin esperanzas de ser solventada.
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Redacción Cubanos por el Mundo
