Entre lágrimas y efusiva, una cubana denunció las condiciones en la que su abuela, una anciana de 86 años fue regresada a su vivienda tras estar internada en el Hospital Faustino Pérez de Matanzas, donde le atendían una neumonía, sin permitir que su hija la acompañara durante la hospitalización.
Arico Vásquez Roche aprovechó su cuenta de Facebook para transmitir en vivo su malestar e indignación contra la “potencia médica cubana”, esa misma que devolvió a su abuela doce horas más tarde después de recibir el alta médica porque no habían ambulancias en el Hospital Faustino Pérez y para sorpresa de sus familiares, llena de escaras, lo que demuestra que “ni siquiera la bañaron”, en los días que estuvo hospitalizada.
La abuela de Vásquez Roche se enfermó a finales del mes de mayo, el 27 específicamente, cuando presentó un cuadro de fiebre, por lo que su hija – tía de la mujer cubana – decidió llevarla al Hospital Militar de Matanzas, donde al descartar que se tratara de coronavirus, la enviaron hacia al Hospital Faustino Pérez, donde le informaron que no estaba permitido que tuviese acompañante pero que no había riesgo, pues el “profesional médico se haría cargo”.
La señora desde hace años sufre de una distonía cervical, que no le permite movilizarse. Todo el cuadro fue descrito al personal médico del Hospital Faustino Pérez, que manifestó que no había riesgo alguno y que ellos se harían cargo.
El sábado 6 de junio aproximadamente a las 11 de la mañana, notifican a la hija de la señora que ya recibió el alta médica y que la trasladarían de vuelta a su residencia. A las 04 de la tarde, la mujer sorprendida porque no había llegado su madre se comunica nuevamente con el Hospital Faustino Pérez donde le informan que no había ambulancia para trasladarla.
Cerca de la medianoche fue que llegó la anciana a su residencia y para sorpresa de sus familiares, al desvestirle para el baño, los esperaban imágenes dignas de llanto. Su cuerpo estaba lleno de escaras, producto de la falta de aseo y de permanencia prolongada en una misma posición.
“Yo hago esto para denunciar las atrocidades, de la potencia médica cubana. Esta no es ninguna perra y se equivocaron. Yo siempre he denunciado pero cuando me tocan mi fibra, más todavía. Yo sí tengo los pares de cojones para gritar y resingarme en la reputa madre de todos los comunistas del gobierno”, dijo la cubana evidentemente alterada.
Confesó sentir vergüenza de todo lo ocurrido y se preguntó hasta cuándo los cubanos tendrán que soportar situaciones tan inhumanas. “Esto es de una persona que no la han duchado, que no la movieron de sitio, esto es de una persona que está en una cama que ni la han bañado, porque si la giras y ves que se está llenado de escaras, es que no la has ni movido”.
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Denunció todo lo ocurrido en el Hospital Faustino Pérez, y señaló a los doctores que atendieron a la mujer: Jaime, cuyo apellido se desconoce y Yusmany Rivero González. “Esto es la potencia médica, este es el trato, esta es la medicina cubana. Con esos moretones en las manos, esos son los pedazos de profesionales que hay. Esto no se va a quedar así. Y cada vez que me acuerde de las barbaridades que se están haciendo, se van a enterar, no voy a parar, voy a denunciar esto”.
“Este dolor de ver a un ser querido, de ver a tu familiar así. Mi abuela no necesita medicamentos, se los mando yo, yo lo que pido es por un país de mierda que esto es lo que está haciendo, matar a todos los cubanos”, dijo enfáticamente.
El Hospital Faustino Pérez recientemente ha estado en la opinión pública debido a las condiciones expuestas tras el brote de coronavirus que dejó decenas de infectados, entre pacientes, trabajadores del centro y familiares de los internados. La falta de ambulancias, la carencia de insumos y la precariedad en el servicio fue denunciada, en una disputa entre autoridades provinciales y personal médico apuntándose unos a otros por lo ocurrido.
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Redacción Cubanos por el Mundo
