Dos años esperando respuesta. Más de ochocientos días con el temor de que un derrumbe perjudique a su familia, Elizabeth Valdés, una madre cubana residente de un deteriorado edificio en La Habana Vieja, amenaza con apostarse en la plaza si no le resuelven su tragedia.
Respuestas y soluciones ,sino a la plaza con mis hijas ,no vamos a morir en derrumbe .#peligroderrumbescuba#SOSlahabanasecaeapedazos#derechosdelniño. pic.twitter.com/h2ReCPH10q
— Elizabeth Valdés luis (@Elizabe48045261) June 8, 2020
Valdés advierte a los dirigentes del Partido Comunista de Cuba (PCC) que de no atender su situación, está dispuesta a apostarse junto a sus pequeñas hijas en la Plaza de la Revolución demandando que su caso arroje resultados, porque como miles de cubanos, la situación de vivienda la agobia y pasó de ser un “problema de familia” a una amenaza constante a sus vidas.
El edificio cuyas paredes están parcialmente rajadas y las escaleras en riesgo de derrumbarse, sin hablar del techo que fácilmente podría venirse sobre cualquiera de las familias residentes, forma parte del desolador panorama de viviendas no solo en La Habana, sino en toda Cuba. A Valdés no le preocupa la pandemia por COVID-19 pues contraer el virus respiratorio le resulta menos peligroso que morir junto a sus hijas en su propio hogar.
Piden atención urgente en su domicilio, en la calle Damas, entre Paula y San Isidro del municipio Habana Vieja. O responden o a la plaza, es su advertencia ante el temor de “morir en un derrumbe”. A través de su cuenta en Twitter ha estado documentando su reclamo, recordando además los derechos de niños, una de las banderas promovidas desde la prensa oficialista y el PCC.
Derrumbes vs covid SOS la habana se cae a pedazos . pic.twitter.com/0PAaDFDkYR
— Elizabeth Valdés luis (@Elizabe48045261) May 30, 2020
El caso de Valdés se hizo público hace dos años sin que desde entonces la mujer recibiera atención de ninguna institución; cualquier reclamo no solo de ella, sino también de otros residentes del edificio, es que las reparaciones deben ser costeadas por los propios residentes.
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El planteamiento de las autoridades es una situación prácticamente imposible para los cubanos en la isla, cuyos salarios no permiten cubrir las necesidades básicas alimentarias, mucho menos atender problemas de infraestructura, ni siquiera pinturas para para modificar las fachadas, esas caretas “pintorescas” y “atrapadas en el tiempo”, que encantan a los turistas extranjeros, siempre que no vivan en ellas.
Esperar a que? pic.twitter.com/7YiLVChT0L
— Elizabeth Valdés luis (@Elizabe48045261) May 18, 2020
Para Valdés esta “alternativa” no solo resulta injusta sino que además la califica de la “estupidez más grande del mundo”, ante la situación de la vivienda en Cuba, que no es extraña para tantas familias cubanas, algunas sumergidas inclusive en aguas residuales o sobre pisos de tierra, en pleno 2020, una promesa incumplida de la revolución cubana.
En 2018 describieron como producto de fuertes lluvias habían enfrentado un primer derrumbe, lo que los llevó a utilizar la ventana del balo para poder entrar a su casa. Pasaron meses sin que las autoridades locales solventaran la problemática, aun cuando los visitaron reiteradamente y constataron la emergencia.
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Redacción Cubanos por el Mundo
