Si bien la única vacuna conocida contra el nuevo coronavirus es la disciplina y el aislamiento social, algunos cumplen otras medidas sanitarias. Pero en vez de distanciarse, se acercan más a personas vulnerables con gestos dignos de saltar.
Hasta el Centro Médico Psicopedagógico de Guantánamo, Enrique Rodríguez Picaso, llegaron estos campesinos con el productor de avanzada Luis Enrique Simó Savón al frente, para entregar de manera altruista más de una tonelada y media de alimentos para los pacientes y personal médico de esta institución.
Un gesto que merece el elogio y el aplauso diario de nuestro pueblo.
Un entrevistado afirma que son personas que “están también en la trinchera de combate.”
Al entrevistado se le fue el “comunismo para la cabeza” y hasta se habló del que fue Fidel “quien enseñó a los cubanos no a dar lo que nos sobra, sino a compartir lo que tenemos en este momento”, una cosa absurda, pues el altruismo de los cubanos es algo que heredamos de hace muchos siglos atrás.
Sería bueno que el estado cubano valore estas accciones de los campesinos, que bien valen la pena multiplicar, a la hora de su trato hacia ellos.
La propia prensa oficialista de la isla a menudo recoge quejas de los campesinos, muchas de ellas relacionadas con el impago de sus producciones.
Vale la pena acotar que es el estado cubano quien les exige a los campesinos que todo lo que produzcan lo tienen que vender a través de ellos o a ellos directamente.
Es el estado el que se demora hasta cuatro meses en otorgar un pedazo de tierra.
Es el estado cubano quien primero les dio la tierra y luego se las quitó.
Y así, a pesar de todas las puñaladas traperas que el estado cubano infringe a su campesinado, hombres como estos se acuerdan de los más desvalidos y se sacan de sus costillas alimentos para ayudar a gente necesitada, como ellos, de un estado que verdaderamente represente sus intereses.
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Redacción Cubanos por el Mundo.
