El efecto de la reducción del aporte económico de Venezuela a Cuba y las sanciones por parte de Estados Unidos, arreció la epidemia de “escasez y miseria”, generando largas colas en el país.
Raquel Rosabal, cubana, 89 años de edad, reside sola, en la ciudad de Santiago de las Vegas, en una antigua casa con un techo a medio caer y de patio compartido. Dice sobrevivir gracias a la caridad de sus allegados.
Y es que con su pensión mensual de apenas 245 pesos cubanos, aproximadamente unos $ 10, no puede ser de otra manera.
La libreta de racionamiento que ofrece el régimen a precios subsidiados, consta de 3,5 kilos de arroz, 2 kilos de azúcar, ½ litro de aceite de soja, un paquete de café mezclado, un paquete de pasta, 15 huevos, una porción de granos y 1 libra de pollo.
Esto debe rendirle al cubano para treinta días, pero como dice Raquel ¿a quién le da?
“Antes las cosas se conseguían con más facilidad. Ahora voy resolviendo como puedo, con ayuda de mis amistades que me hacen mandaos (recados) y me traen comida. Esta semana comí un pescado que me trajo mi vecina”
Marianela y Melissa, madre e hija, vecinas de Raquel. Marianela, 55 años, ingeniera química. Melissa, su hija, 22 años, estudiante. Y aunque su situación no es tan crítica como la de Raquel, no deja de ser bastante difícil para ellas.
No es una manifestación de un pueblo enardecido en las calles en busca de su libertad (aunque se le parece), es un pueblo sometido en una cola para comprar aceite en #Cuba. Este es el resultado de 60 años de terror, de miseria, de esclavitud comunista en la isla. pic.twitter.com/2BtW05rv73
— Cristian Crespo F. (@cristiancrespoj) June 6, 2020
“Estuvimos un mes sin pasta de dientes porque no entraba. Al final el tubo, que costaba un dólar, lo empezaron a vender en la calle por 4 o 5 dólares”, dice Melissa.
Marianela agrega
“siempre ha habido necesidades y uno ha ido resolviendo por aquí o por allá, pero con esta situación todo ha aumentado de precio; hay dificultades, también por el bloqueo (embargo) pero hay cosas que no tienen que ver con el bloqueo”.
Las largas colas en Cuba, se han vuelto una situación habitual. Se evidencia igual en la inmensa mayoría de los establecimientos: largas colas de quienes esperan poder adquirir alimentos. Algunos con precios equiparados a los de España o Estados Unidos. Otros, simplemente han desaparecido del día a día del cubano.
Situación económica cubana “muy delicada”
El economista cubano Ricardo Torres de la Universidad de La Habana, define la situación económica actual de Cuba, como “muy delicada”. Esto lo atribuye, al hecho de presentar un déficit en la balanza de pagos y la gran dependencia de la importación.
“Todo lo que implica la pandemia desde el punto de vista económico internacional empeora esa situación. Hay una disrupción del comercio mundial y eso perjudica a Cuba porque depende del intercambio internacional”.
Econ. Ricardo Torres
La crisis ocasionada por la pandemia, ha hecho colapsar la economía cubana por el estrangulamiento de dos de las principales fuentes de ingresos de la isla. Una el turismo, y otra las remesas.
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El ingreso por turismo ha sido igual a cero, desde el inicio de la pandemia. Y las remesas, representan un punto complicado, entre otras cosas, por los niveles actuales de desempleo en los Estados Unidos.
Sin contar, además, que muchas de estas remesas, llegaban en vuelos comerciales, suspendidos desde el inicio de la pandemia. Otras llegaban a través de empresas como Western Union, que quizá se vean comprometidas por nuevas sanciones de la administración Trump.
Cola en el Cotorro hoy para aceite y champú. Mi tía desde las 9 d la mañana en la cola y a las 5 cerraron y no pudo comprar. La policía escaneó los carnet para comprar mañana. Peguen las dos fotos y solo es el medio d la cola,eso es 1/4 d la gente q había ahí. 😡🤦🏻♀️ pic.twitter.com/ETldqGU4W7
— Cuba Bella 🇨🇺 (@CubaBella13) June 11, 2020
En este aspecto, la consultora Havana Consulting Group, con sede en la ciudad de Miami, en el mes de abril presentó una proyección de las remesas. Indicando que éstas irían de $ 3.700 millones en 2019 a unos 2.500 millones en 2020. Lo que implicaría una reducción del 32 %.
En cuanto al turismo, el economista cubano Omar Everleny señaló,
“Una recuperación llevará meses y años, ya que el sector turístico es muy sensible a estos tipos de afectaciones sanitarias”.
Una publicación del medio oficialista Cubadebate, señala que, si el turismo se contrae entre un 60 u 80 % en el 2020, Cuba podría perder entre 1.000 y 2.000 millones de dólares, o lo que es igual al presupuesto anual del régimen para la importación de comida.
De ser así, pasará mucho tiempo antes que las colas en Cuba desaparezcan.
Soluciones, pero a largo plazo
Algunos dirigentes cubanos, han alentado al régimen, a establecer medidas que permitan convertir la economía en autosustentable, y no depender de las importaciones.
Sin embargo, para los expertos en esta materia, los economistas, corregir las bases del obsoleto sistema económico soviético adoptado por el régimen cubano, requiere de complejas reformas.
El economista Omar Everleny sugiere,
“Regularizar las pymes, liberalizar más el campo, descentralizar la toma de decisiones, eliminar los monopolios en sectores básicos, flexibilizar la inversión extranjera o acabar con la dualidad monetaria”.
Para Torres, el modelo económico actual no responde a las necesidades del pueblo, y se hace necesario modificar la estructura de propiedad y las vías de gestión. Propone,
“Dar un espacio mucho más importante a los productores individuales y las formas no estatales”.
Los beneficios de estas reformas, -si se aplicasen-, se verían a largo plazo. Es decir, las largas colas en Cuba, seguirían, mientras, la escasez y la miseria, no se atiendan de forma inmediata.
Por eso vemos a Raquel, quien si perder su sonrisa, debe atender de inmediato su necesidad de alimentos. ¿Reparar su techo? Es una solución a largo plazo.
“Mi techo está así, pero qué le voy a hacer yo. Mi destino es que me caiga”.
Redacción Cubanos por el Mundo
