En la segunda fase de la “recuperación de la normalidad” en Cuba tras la crisis sanitaria por el coronavirus, el régimen cubano autorizará las visitas en los centros penitenciarios.
La información fue ofrecida por el primer ministro Manuel Marrero, quien detalló además que los jóvenes que se encuentren en los pases de Servicio Militar también podrán recibir a familiares una vez iniciada la segunda fase del plan estructurado por la dictadura castrista para la reanudación de la vida cotidiana en la isla.
“Se comenzarán a restablecer de manera gradual las visitas a los centros penitenciarios (…) También tenemos muchos reclamos de muchachos que están pasando el Servicio Militar y les tomó esta situación en otras provincias, ya desde la primera fase se empezarán a reiniciar los pases”,
explicó el funcionario.
Esta reanudación de visitas en los centros penitenciarios está coordinada con el restablecimiento del transporte público, que está contemplado en las medidas de permisión, aunque se desconoce la fecha de inicio de este plan en tres fases.
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En este sentido, el ministro castrista, asegura que durante el brote del coronavirus en al Isla, no se ha registrado ningún recluso positivo dentro de las cárceles y que de cara a la reanudación de las visitas, las medidas de prevención deben mantenerse, e incluso recrudecerse, para garantizar que ningún detenido resulte contagiado.
Pese a que la suspensión de las visitas a los centros penitenciarios se hizo para “evitar el contagios de los reclusos”, el régimen en las calles tenía delegados a funcionarios persiguiendo a personas que pudieron haber estado contagias, para encarcelarlas por presuntos delitos ligados a la “propagación de epidemias“.
Suspensión de visitas en los centros penitenciarios
Es de recordar que, a mediados de marzo, cuando empezaron a aumentar los casos de coronavirus en Cuba, el régimen paralizó la entrada de familiares y representantes legales a las prisiones.
aproximadamente mes y medio después, anunciaron que más de 6.500 detenidos serían liberado como parte de las medidas de contención del virus, de los cuales 421 estaban en la espera de un juicio y goozaron del beneficio por buena conducta durante el periodo de encarcelamiento, además de que los delitos cometidos no ponen en peligro la integridad física de ningún individuo. El resto de los detenidos fueron liberados de manera anticipada bajo libertad condicional.
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