El chiste se cuenta solo. Un artículo de la prensa oficialista asegura que las colas en Cuba son una buena noticia, pues las concentraciones de personas a las afueras de los comercios significan que “algo hay” en plena pandemia.
Las líneas, firmadas por Elsa Ramos, aseguran que es bueno que existan colas en Cuba, especialmente en estos tiempos, cuando – según manifiesta – en el país deben hacer “malabares” para importar lo que hace falta.
“Cuando la quietud reina en los comercios es señal de que los estantes están vacíos o, al menos, no tienen lo que se busca. Y eso es menos saludable que las colas”, escribe en la reseña publicada por el medio de Sancti Spíritus, Escambray.
Sin hablar de la gran dependencia que tiene Cuba por las importaciones, la depreciada oferta interna, la persecución a los productores en la isla y la burocracia imperante del sistema, insiste Ramos en que las colas en Cuba se incrementan con las “vueltas de rosca que el imperio aplica casi a diario”.
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Añade que la situación de escasez y desabastecimiento en la isla es la respuesta del “poquito en poquito”, que logra el régimen cubano repartir lo que adquiere en el mercado extranjero, añadiendo también que esto forma parte de un proceso de contracción mundial, aunque no se vean las kilométricas colas así en Alemania, España o Estados Unidos.
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Pero a medida que avanza el texto, avanza también el irrespeto contra quienes deben pasar hasta 15 horas en colas en Cuba, durmiendo en ellas y exponiéndose al virus, pues augura que “ojalá sigan” en esta situación, aunque no alcancen los productos para el resto.
“No deben asustar las colas enormes que se estiran por calles y calles y casi por kilómetros. No entiendo a quienes desde las redes se asombran y cuelgan como la gran noticia una cola grande en Cuba”, dice el artículo.
Augura finalmente que los cubanos continúen viviendo entre tumultos, desarrollando una “cultura” para las colas, aprovechando su supuesto lado bueno “cuando lo tengan”.
Redacción Cubanos por el Mundo