Felicitas Tijeras veló y enterró a su hijo; dos semanas después se enteró que éste estaba vivo. Es en el estado de Morelos, México donde la madre de Jonathan Martínez Tijeras, un joven que con graves problemas de alcoholismo supo que tras tres meses su hijo desaparecido estaba muerto.
Felicitas se desempeñaba como guardia en la Prisión Local El Cerezo. Es separada y madre de tres hijos. La madre de Jonathan creía que probablemente, la falta de la figura paterna fue lo que hizo que su hijo mayor comenzara a la temprana edad de quince años a consumir bebidas alcohólicas. A pesar de sus constantes consejos, su hijo no le obedecía y se hundía más y más en ese mundo.
Jonathan era asiduo a reunirse y beber con sus amigos en la plaza del pueblo. Ya no frecuentaba la casa de su madre, quien sabía de él por vecinos y conocidos. A finales del año 2019, se encontró a uno de los amigos que le informó que estaba viviendo por la zona del Cajigal, con un amigo.
Sin saber de su hijo
Fue a visitarlo, pero no le fue posible verlo. Pasados tres meses sin recibir noticias de su hijo Jonathan, recibe una noticia:
“Llegó mi hijo Arturo y me dice, dice la vecina que recogieron a un muchacho y que se parecía a Jonathan”
La madre, en medio de la desesperación no podía accionar, y mandó a sus dos hijos al Servicio Médico Forense de la ciudad de Cuautla, que era adonde habían llevado el cuerpo. Esto fue alrededor de las 11 pm.
“Lo que a mí me decían era que había sido un paro cardíaco”.
Sus hijos se fueron a cumplir el encargo, informando a su madre, vía telefónica de cada detalle. Al llegar al SEMECO, se encuentran con la noticia de que no le quieren mostrar el cuerpo para identificarlo, y le solicitan una foto para comparar.
Felicitas envía la foto más reciente que tenía. Que fue una tomada en un hospital, después de haber sido intervenido quirúrgicamente. Además de esto, les dijo que tenía señales particulares que facilitarían el reconocimiento. Un tatuaje en el pecho con el nombre de su hija Dania, la cicatriz de la operación que le habían practicado, y le faltaban dos dientes frontales.
“Yo hasta el último momento tenía la esperanza de que no fuera él”.
Pero no sucedió, le fue notificado que sí correspondía el cuerpo a su hijo, y que le sería entregado a las 5 am.
Entregan el cuerpo
Miguel Ángel Rosette, abogado y amigo de la familia Tijeras, señaló:
“A las 6 de la mañana les dan el documento de liberación del cuerpo y regresan al área del SEMEFO. Se encuentran que el cuerpo está en un ataúd, en un féretro, en una caja arriba de una carroza de una funeraria a la cual no habían contratado y nunca contrataron”.
Rosette, explica lo oneroso que resulta un velorio y un entierro en México. Felicitas se vio en la necesidad de pedir ayuda a su hermana quien vive en EEUU para organizar estos eventos.
El ataúd fue sellado. Felicita no pudo ver a su hijo para darle el último adiós, antes de enterrarlo. Cumplió la tradición religiosa de celebrarle los nueve días o novenarios, y pensó en poner una cruz en el lugar donde fue hallado el cuerpo.
Sin embargo, un día antes de colocarla, uno de sus hijos le dice:
“Ma toda la mañana me ha estado molestando” … “es que me han estado mandando mensajes por el face que mi hermano está vivo, que Jonathan está vivo, que no está muerto”.
Ante esto Felícita reaccionó con incredulidad, y pena, le aconsejó a su hijo que no le hiciera caso, que les dijera que, si seguían molestando, irían con la policía.
La noticia viaja por las redes
Según la versión que circulaba a través de las redes sociales, Jonathan estaba vivo, internado en una clínica para alcohólicos. Y debido a las reglas de la institución, estaba aislado, no podía salir, ni tenía acceso a ningún teléfono.
La madre de Jonathan recordó que tenía una amiga que era conocida de uno de los directores del centro. Acudieron al lugar, y las sospechas fueron confirmadas por un encargado del centro. Allí estaba recluido un joven que coincidía con todas las características que habían proporcionado.
“Ya se imaginarán le lloré más ahí que en el ataúd, porque en el ataúd yo nunca lo vi”
La Fiscalía contradice la versión de la familia
La Fiscalía del estado contradice la versión de la familia Tijeras. El fiscal ha declarado públicamente que los hermanos Tijeras tuvieron acceso al interior de la morgue e identificaron el cuerpo, que nada dijeron de las señas que mencionan.
Actualmente, la investigación de este caso se encuentra en manos de un juez. Rosette dice, que la identidad de Jonathan Martínez Tijeras sólo se puede restablecer mediante un juicio.
“Tiene una persona viva con un certificado de defunción expedido por la fiscalía del estado y con un acta de defunción. Jurídicamente la persona existe y en vida no tiene ningún documento que pueda acreditar que él es”.
La identidad del sepultado se desconoce. Un juez deberá ordenar la exhumación del cadáver y le sean aplicados los exámenes de ADN.
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Redacción Cubanos por el Mundo
