El regreso del autocinema ha estado en los últimos días en los titulares del mundo; para Ruby Acosta, propietario de Rincón Criollo, un restaurante cubano en Nueva York, fue la oportunidad ideal para atraer clientes a que degusten sus platillos de la gastronomía de la isla.
En medio de la crisis del coronavirus, este restaurante cubano buscó todas las maneras de reinventarse, por lo que ideó convertir su estacionamiento en un autocine para tratar de salvar su negocio.
“Se me ocurrió la idea de compartirlo con mi familia, algo que se puede hacer entre los clientes que pueden hacer algo sin salirse del carro. O sea, pueden comer nuestra comida, pueden tomar nuestros tragos y están estacionados en el mismo estacionamiento. Es reinventarse”, comentó Acosta durante una entrevista.
Junto a su familia pensaron en las formas en las que podían hacer que los clientes visitaran el establecimiento y eligieran comer, sintiéndose seguros en momentos donde la pandemia continúa vigente y sin esperanzas próximas a una vacuna.
Lo hicieron teniendo el vehículo de cada visitante como una mesa, donde recibe al camarero con el menú disponible, este toma la orden y sirve todo para llevar, con la diferencia de que puedes degustarlo mientras disfrutas una película en el autocinema preparado por el restaurante cubano.
“Yo no pensé que iba a responder tanto la gente. La verdad que yo dije bueno, vez vienen cuatro o cinco carritos aquí, pero sí ha sido algo que ha respondido mucho los clientes, todo el mundo contento. O sea, la gente quiere salir de la casa, pero quieren mantener su distancia”.
El concepto nostálgico caló perfecto en un restaurante con más de cinco décadas de tradición. Es algo creativo y la verdad que es divertido, en la opinión de clientes, quienes están disfrutando ahora del ingenio de este restaurante cubano para reinventarse en la “nueva normalidad” del mundo.
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Redacción Cubanos por el Mundo