Un cubano residente de una casa ubicada justo al lado de una fábrica de galletas, se queja por la puesta de un ventilador en el recinto productivo porque el ruido no lo deja dormir.
El hombre identificado como Jorge Bolaños Guía, relató a la prensa castrista la incomodidad que atraviesa recientemente a pesar de llevar más de 40 años viviendo al lado de la fábrica de galletas La Palma.
Según contó Bolaños durante esos 40 años viviendo al lado de la fábrica de galletas no había mostrado ningún tipo de molestia, sin embargo el panorama cambió: “En todo ese tiempo he tenido una convivencia armónica con esta industria, imprescindible para la alimentación del pueblo. Pero, desde finales de marzo todo cambió, al ser sustituido el sistema de ventilación por uno que tiene un potente motor acoplado a una turbina, ubicado en un espacio estrecho, lo que da lugar a que emita un intenso ruido”, explicó.
El ruido fuerte que aturde a Bolaños lo define como el emitido por un avión. Mi casa está a tres metros, por lo que el sonido es insoportable las 24 horas del día, aunque es peor en horas de la noche y la madrugada”, detalló.
El hombre también alegó que dos días después de instalado dicho ventilador, contactó con el director de la fábrica de galletas, quien llamó al ingeniero que lo diseñó y lo retiraron para hacerle, supuestamente algunas modificaciones, “pero el ruido sigue igual”.
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Asi mismo refirió que ante la molestia que le genera el ventilador de esta fábrica de galletas contactó también con el Poder Popular (5 de mayo); con la dirección de higiene del policlínico Carlos Montalbán, la cual visitó la entidad; y la delegación del Citma, que comprobó en el lugar el planteamiento. “El 15 de mayo, el administrador y dos ingenieros fueron a mi casa para comunicarme que pondrían un silenciador, pero todo sigue igual”, puntualizó Bolaños.
Redacción Cubanos por el Mundo
