“Éramos pocos y parió Catana”, afirma Luisa Ruiz, una anciana cubana luego de escuchar las recomendaciones para enfrentar al polvo del Sahara, que además del nasobuco contra el coronavirus, ahora también debe llevar lentes de sol.
El polvo del Sahara ahora está en la boca de los cubanos y expertos, quienes recomiendan resguardarse de este fenómeno ya que podría traer complicaciones a nivel pulmonar.
Desde el martes 23 de junio en Santiago de Cuba, el cielo se muestra opaco y una sensación térmica bastante elevada.
Muchos santiagueros usan gafas oscuras para proteger sus ojos del polvo y el nasobuco para evitar que el polvo entre a su sistema respiratorio.
Expertos alertaron además que las personas que padecen algún tipo de alergia podrían reaccionar de forma inesperada al polvo del Sahara, con posibilidades de irritación en la garganta y los ojos.
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La nube de polvo trae consigo “partículas dañinas para la salud” además de albergar minerales como hierro, calcio, fósforo, silíceo y mercurio”.
Además de bacterias, hongos, ácaros patógenos, estafilococos y contaminantes orgánicos persistentes.
Hasta el jueves o viernes se estima la presencia de este singular suceso sobre el territorio cubano, el Oriente y el Centro.
Esto recrudece las condiciones climáticas en Cuba, ya que en algunas provincias anhelan con desespero un poco de lluvia para poder darle continuidad a sus labores de agricultura.
Redacción Cubanos por el Mundo