El tiempo que estuvo detenido el turismo en Cuba, tiene desesperado al régimen castrista, que no ha podido recolectar las suficientes divisas por la pandemia; es por eso que ante la entrada en vigencia de la primera fase de recuperación pos COVID-19, el grupo Gaviota Hoteles, administrado por los militares en Cuba anunció la “reanudación gradual y segura” de los servicios turístico.
Ya que los cubanos no tienen la capacidad para hacer turismo debido a la pobreza a la que los tiene sometidos la dictadura; la prensa castrista reseña que, a partir del primero de julio “estarán disponibles para clientes internacionales, los hoteles Playa Paraíso y Playa Cayo Santa María en los destinos Cayo Coco y Cayo Santa María, respectivamente”.
La empresa de turismo de los militares, Gaviota, difunde en sus redes sociales cómo están preparados para activar sus operaciones, con las medidas preventivas para evitar la propagación del coronavirus, donde sobre todo, venden espacios donde se garantiza el distanciamiento social, mientras que en las calles de Cuba, la ciudadanía está obligada a pasar de 12 a 15 horas aglomeradas en las colas para comprar alimentos.
En la nota de la prensa oficialista, también mencionan “la apertura del turismo al mercado interno”, pero como están conscientes que tal cosa no existe, también mencionan a los “extranjeros residentes en el país”, que tienen disponible “el Hotel Porto Santo en Baracoa, Villa Pinares de Mayarí en Holguín, Villa Gaviota Santiago y el Complejo Turístico Topes de Collantes”.
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Asimismo, el resto de los hoteles pertenecientes a la cadena Gaviota, iniciará sus operaciones de forma paulatina, de acuerdo a las “condiciones epidemiológicas del país” y al desespero de la cúpula castrista por la divisa.
Un análisis reciente expresaba que el único modo de que en el régimen puede hacer referencia del “turismo interno”, es que tome en cuenta a los cubanos que residen en el extranjero, ya que la crisis económica en Cuba, no permite que el pueblo tenga la posibilidad de gastar dinero en lujosas instalaciones, cuando a duras penas comen.