Cuba entró en la fase uno de la reapertura y los cubanos ya pueden bañarse en las playas de Varadero, pero manteniendo el distanciamiento y sin acercarse a los hoteles que son exclusivos para los extranjeros.
Ivis Fernández Peña, delegada del Ministerio del Turismo en Matanzas, indicó que la provincia asume las acciones pautadas por la dictadura para la recuperación pos-coronavirus.
Debido a la “alta demanda” de Varadero, el castrismo adoptó medidas para no “sobresaturar las playas” y de esta manera los cubanos puedan acudir a ellas con disciplina y de forma ordenada.
Fernandez Peña destaca que este miércoles comenzará la venta de reservas para destinos como Islazul y Gra Caribe.
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La reapertura de las instalaciones se hará de forma “escalonada” como ocurrió en el cierre tras la llegada del coronavirus.
Las medidas resaltan que las instalaciones deben operar al 60 por ciento de su capacidad para garantizar un espacio seguro, informa ACN.
Se informó que un grupo de presuntos expertos estarán “vigilando” el desarrollo de los planes en Varadero para garantizar la seguridad de los extranjeros.
Mientras tanto los cubanos quedan a merced de la Policía Nacional Revolucionaria, cuyo método de proceder a la hora de hacer “cumplir las normativas” es el uso de la violencia y las multas.
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El Consejo de Defensa Provincial en Matanzas acordó limitar el acceso a la Península de Hicacos donde además, acorde a las medidas orientadas por el país, bañarse en la playa constituía conducta indebida al violar el aislamiento físico.
Matanzas es una de las principales provincias que se suma a la fase de la reapertura de Cuba, debido a que alberga a Varadero, el polo turístico preferido por los extranjeros en Cuba.
Redacción Cubanos por el Mundo
