Marxismo- leninismo- comunismo, más de lo mismo. No hay novedad alguna pero sí una ratificación de la denuncia de los últimos meses. La izquierda comunista busca avanzar y en su escalada se disfraza de “lucha social”. Patrisse Cullors, cofundadora del movimiento Black Lives Matter, se identifica como una “marxista entrenada”, al igual que sus compañeros de organización.
Recibió entrenamiento de Eric Mann, ex agitador de la agrupación terrorista Weather Underground, y admite haberse dedicado durante varios años a entrenarse en el pensamiento marxista –leninista, que fue la base del movimiento que ahora dirige.
En relación a Black Lives Matter asegura que cuentan con una organización comunista “capacitada”, todo dentro de ese marco ideológico marxista.
“Somos marxistas entrenados. Estamos muy versados en una especie de teorías ideológicas. Y creo que lo que realmente intentamos hacer es construir un movimiento que pueda ser utilizado por muchos, muchos negros”, agregó Cullors.
Abiertamente ha respaldado esta doctrina, así lo hizo mientras estaba en fase de promoción de su libro hace un par de años, titulado: “Cuando te llaman terrorista: una memoria de Black Lives Matter”.
Además no ha tenido reparo en expresar su “agradecimiento”, al Partido Comunista de Estados Unidos, en especial a comunistas negros, además de hacer mención al respaldo del movimiento Pantera Negra, Boinas Marrones y otras apuestas “revolucionarias” de la década de los 70, recuerda Breitbart.
Ya también había sido de conocimiento público el interés de regímenes totalitarios por financiar a agrupaciones como Black Lives Matter, que bajo un frente de defensa de derechos, en sus bases tiene arraigadas pretensiones políticas y de dominio de la opinión pública.
Las cabezas del movimiento no dudaron en fotografiarse con Nicolás Maduro, uno de sus principales benefactores y un violador confeso de derechos humanos, incluidos indígenas y afrodescendientes.
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La ideología marxista – que en la historia no tiene un referente de éxito – sostiene al capitalismo como el principal transgresor del hombre, y que eventualmente, tendrá que “autodestruirse”, debido a la “explotación de más y más trabajadores”, en un formato donde según sus promotores, el “proletariado” ejercerá más poderío.
Sin embargo, es casi tradición, que los esquemas afines al comunismo, terminen explotando aún más la base trabajadora, tal y como ocurre en Cuba, donde las condiciones laborales y de vida, son la antítesis de la “promesa”.
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Redacción Cubanos por el Mundo
