Cuando este domingo, se cumplen dos décadas del regreso a Cuba del “balserito” Elián González, su visión del dictador Fidel Castro, aun con el panorama adverso que enfrentan millones de cubanos en la isla y la separación de familias durante más de 60 años, sigue, al menos públicamente, admirándolo y creyéndolo un “héroe”.
Para Elián González, puede que no exista un “un estratega más extraordinario” que el fallecido dictador cubano, a quien irá a llevarle flores cuando su hija nazca, pues recientemente anunció que se convertiría en padre.
Sobre la muerte de Fidel Castro, asegura que fue un momento “doloroso” y “difícil”, aunque confesó sentirse “orgulloso”, pues estuvo para él “hasta el último instante”. Fue entonces cuando prometió regresar ante la piedra en la que reposan los restos del fallecido dictador, ahora con su hija.
Según el “balserito” como se le recuerda en uno de los casos más controvertidos de la historia contemporánea cubana, Fidel Castro nunca le pidió “nada”, sino que le dio posibilidades de que tuviese “buenos profesores, que conociera la historia de Cuba y la oportunidad de crecer”. Todo según él, sin nada a cambio, aunque su caso, es quizás de los máximos referentes de aprovechamiento político que tuviese el castrismo desde la llegada de la revolución.
Hoy, el joven de 26 años, considera que la Ley de Ajuste Cubano, corresponde a la incitación de “emigración ilegal que provoca muertes y todo tipo de fatalidad”; esto sin hacer mención de las razones que han llevado a miles de cubanos, entre ellos a su propia madre, de abandonar Cuba a costa de lo que sea, hoy no solo a través de balsas, sino por cruzadas por América, exponiéndose al narcotráfico y la trata humana, todo con tal de abandonar la isla cárcel.
“Viven bajo la falsa promesa de que quieren ayudar al pueblo cubano, pero lo que hacen es crear caos” dijo Elián González, reseñado por Juventud Rebelde.
20 años del regreso de Elián González a Cuba
Con tan solo seis años de edad, Elián González sobrevivió al naufragio de una balsa improvisada en la que viajaba junto a su madre, Elizabeth Brotons, la pareja de ella y otras ocho personas, intentando llegar a Estados Unidos. Fue el único sobreviviente, al ser visto por dos pescadores estadounidenses, mientras flotaba en el mar y lo llevaron a tierra firme en Florida, el 25 de noviembre de 1999.
El niño había sido entregado por las autoridades de Estados Unidos a unos familiares del pequeño en Miami, Florida, quienes buscarían su custodia legal para que permaneciera con ellos. Pero en Cuba, Juan Miguel González, su padre biológico, comenzaría a reclamarlo, contando con el régimen cubano de su lado.
Desde entonces, comenzó una disputa legal y mediática, en la que Fidel Castro se dispuso a jugárselas todas, para sacar el mayor rédito posible, el “nada a cambio” que ignora decir el balserito. Luego de siete meses en conflicto, el 28 de junio de 2000, Elián González volvió a Cuba.
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Redacción Cubanos por el Mundo
