La inacción de Mariela Castro, directora del Centro de Educación Sexual (CENESEX), ante los atropellos contra la comunidad LGBTIQ en la isla queda una vez más expuesta. El ex espía cubano, Percy Alvarado, descargó su furia homofóbico revolucionaria contra el científico Ariel Ruiz Urquiola, en un post donde además tuvo la osadía de etiquetar a Mariela; como para que esta entrara en conocimiento, no sabemos si en desafío; pero ante la evidente ofensa, la hija de Raúl Castro ha preferido callar.
También así medios oficialistas del régimen cubano, que suelen elevar su opinión en artículos de y manifiestos cuando ven “vulnerados” los derechos en otras latitudes, guardaron silencio del vulgar, homófobo y despreciable comentario de Alvarado y así también, de las reacciones de “adeptos” a la revolución cubana que quedaron debajo, como comentarios. Otro de los etiquetados en la publicación fue el director de CubaSí, Manuel Enrique Lagarde.
También fue etiquetado, Raúl Capote, ex – ¿ex? – agente del G-2 y actual Subdirector de Internacionales del diario oficialista Granma; órgano oficial del Partido Comunista de Cuba.
“¿Quién se lo inoculó? Pregunta a quien se lo clavó” escribió Alvarado. La frase en rima es por demás una ofensa, no solo en contra de Ariel Ruiz Urquiola, sino de cualquier miembro de la comunidad LGBTIQ que en Cuba ha visto sus derechos vulnerados, e inclusive, ha tenido que abandonar la isla buscando el reconocimiento que en ella le niegan.
Claro está, ha sido la propia Mariela Castro quien en el pasado ha utilizado comentarios homófobos para referirse a detractores como el presentador cubano Alex Otaola. “Me dicen del programa de un tal ‘tota loca’”, dijo Castro Espín en alusión al conductor de Hola! Ota-ola.
No en vano miembros de la comunidad cubana LGBTIQ han pedido, desde distintos rincones del mundo, que Castro Espín salga del CENESEX, y que además se suspenda el visado para entrar a Estados Unidos de sus allegados en el centro, que solo utiliza la plataforma para percibir recursos financieros y manejar una agenda política en favor del régimen comunista.
Una de las más recientes críticas en contra de Castro Espín y su “rol” en el CENESEX, fue la negación de la existencia en Cuba de campos de concentración para homosexuales, precisamente bajo la coordinación de su padre, Raúl Castro, en lo que el régimen llamó como la Unidad Militar de Apoyo a la Producción (UMAP).
El comentario de la directora del CENESEX sobre la UMAP despertó grandes críticas dentro de la comunidad cubana, porque además de homosexuales, también fue el lugar en el que el régimen intentó aislar a todo aquél que se saliera de la línea oficial.
Figuras de gran relevancia en la cultura cubana como Pablo Milanés recuerdan su paso por la UMAP y negar que esto existió, es para activistas cubanos una demostración del “negacionismo” con el que se maneja el castrismo.
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Redacción Cubanos por el Mundo