Un grupo de ocho médicos cubanos que se encontraba asignado al Hospital regional de Chimbote, en Ánchash, Perú, abandonó sus funciones, con solo 15 días de haber llegado a cumplir con el trabajo contratado.
Habían sido buscados para atender la emergencia de coronavirus en el Hospital Regional Eleazar Guzmán Barrón, en Chimbote, pero decidieron abandonar la misión, pues las demandas que hacían sobre la sustitución de los implementos de protección personal, no eran cumplidas en el tiempo que solicitaban (cada seis horas).
De acuerdo a la prensa local, esta exigencia no se correspondía con la situación de los médicos locales, quienes reciben la sustitución del equipamiento de protección cada cinco días. Además, las mascarillas que les entregaron a los médicos cubanos, no eran “las que ellos exigían”.
No obstante, de acuerdo al presidente del Cuerpo Médico del Hospital Eleazar Guzmán Barrón, Leandro Pérez, hay otra situación que mencionar. Los médicos cubanos no habrían estado capacitados para atender la situación de hospitalización en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), como se reportaba días atrás.
“Su nivel de conocimiento era muy bajo”, dijo Pérez, quien explicó que los galenos cubanos eran buenos en la “primera línea de acción”, la de prevenir, pero no estaban formados para atender la recuperación.
“Ellos no podían estar solos. Además, no querían ingresar a la unidad de cuidados intensivos (UCI). No se acercaban a los pacientes con covid-19”, añadió, según publica la prensa local.
Cubanos ni para UCI están capacitados .
— Mónica V (@Mjv33Monica) June 29, 2020
Se fueron se #Ancash ,siendo esta región una de las 7 que no se levantara cuarentena por aumento de casos. pic.twitter.com/tmo7qm6jtw
El consejero regional del Departamento de Moquegua, Luis Caya Salazar, había denunciado también que de los médicos enviados a su región ninguno podía operar en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI), al no tener la preparación para brindar atención a pacientes críticos, aunque habían viajado para atender la emergencia.
Curiosamente, el jefe de la brigada médica cubana en Áncash, Eliécer Fernández, decía en entrevista con Prensa Latina, que debido a la “larga experiencia” que habían alcanzado en Venezuela y Bolivia, querían estar en Perú para “disminuir la gravedad de la situación”.
Cada médico cubano le costaba a Perú al menos 2 mil dólares, además de los gastos de movilización y hospedaje, un monto del que no ven los profesionales de forma directa, pues el régimen cubano es el encargado del cobro a través de las misiones médicas esclavas.
La llegada de médicos cubanos a Perú fue muy celebrada pero terminó dejando un sabor amargo no solo en pacientes, sino en el personal médico. Su contratación respondía principalmente a la pandemia por COVID-19 que afectaba duramente a este país suramericano.
Redacción Cubanos por el Mundo
