El espía cubano Gerardo Hernández, que también había referido recientemente sobre la posibilidad de que los cubanos comiencen a sembrar calabazas en sus casas, pide ahora que lo hagan también con la piña, pues según sus cálculos, resultaría muy beneficioso, todo a través de los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), cuadrillas generadas por el régimen cubano, para principalmente, tener “ojos” en cada cuadra.
Del vaso de leche a la limonada y en tiempo récord, a las calabazas y a la piña. El régimen cubano en su campaña por abordar la falta de producción en Cuba, no deja de sorprender a los ciudadanos dentro y fuera de la isla, con las iniciativas “variadas” para solventar la dramática situación de escasez de alimentos y artículos de primera necesidad que enfrenta Cuba.
La propuesta del “célebre” espía llegó durante una visita que realizara a la provincia de Sancti Spíritus. Él, una de las cabezas de los CDR, sugirió que cada espacio en viviendas debe ser empleado para la siembra, de forma en que se disminuya la dependencia de la importación de alimentos, en momentos donde Cuba solo produce el 20 por ciento – escasamente – de lo que consume.
De espía cubano infiltrado en Estados Unidos a sembrador
El cálculo de Hernández es que si cada uno de los 138 mil CDR con los que aseguran contar siembra una, contarían con 138 mil productos nuevos. “Decimos una por poner un número, pero lo cierto es que si cada uno de nosotros pone a producir el pedacito de tierra que pueda es menos alimentos que tiene que importar el país, esa es una misión de los cederistas cubanos”, dijo el espía.
“A sembrar una piña en su casa. El de la Red Avispa. Tantos años infiltrados aquí aprendiendo en el capitalismo y lo único que puede ir a enseñarle a loso cubanos es a ir a sembrar una piña en su casa”, cuestionó el presentador cubano Alexander Otaola.
El régimen cubano ha referido en los últimos meses la necesidad de disminuir la dependencia de las importaciones, aun cuando el modelo ha sido impuesto por la revolución en las últimas seis décadas, cada vez más dependientes de alimentos procedentes de otros países. La producción local en la isla enfrenta limitantes burocráticas y logísticas, como las deudas pendientes de alimentos para el engorde de cerdos, por citar un reciente ejemplo.
En la línea de promoción de la nueva “estrategia”, el mismo régimen que prometió un “vasito de leche” para cada niño, apuesta por la “limonada como base de todo” a pesar del alto costo dentro de la isla, va ahora por las calabazas y piñas. Esperemos una próxima entrega de la “agricultura en revolución”.
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Redacción Cubanos por el Mundo
