Una cubana oriunda del poblado de El Cristo en Santiago de Cuba denunció las carencias del sistema de salud de la isla y protestó por la falta de atención que requiere su mamá enferma.
La mujer, que responde al nombre de Feria Soria, es activista de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y como parte de su reclamo colocó un cartel en la puerta de su casa que decía: “¿Dónde está la potencia médica?”.
En ese sentido, la cubana aseguró que, una de las razones que la llevó a manifestarse fue su paso sin buenos resultados por varias instituciones estatales pidiendo asistencia para su madre.
Su mamá, Noelia Soria Morales, sufrió una isquemia cerebral hace 23 años, la cual le provocó una parálisis del lado derecho de su cuerpo. Eso la dejó discapacitada.
Tal y como reseña el portal Cubanet, desde entonces la cubana ha sido su enfermera ante las penurias del sistema médico cubano.
Sistema ineficiente
La santiaguera aseveró que el médico de la familia es cambiado frecuentemente y cada vez que llega un nuevo galeno, después “nunca más regresa”.
Asimismo, denunció que, el desastre del sistema de salud en Cuba es tanto, que en una oportunidad descubrió que, su mamá había sido declarada como fallecida en la historia clínica.
“Quiero denunciar ante el mundo que la atención médica a mi madre en todo este tiempo ha sido nula. A raíz de esto he tenido que aprender a cuidarla e irme perfeccionando”.
Precisó.
De igual manera, la cubana detalló que, debido al extenso tiempo que, la anciana pasa acostada en su cama con colchón de lana, le han aparecido escaras en su cuerpo que necesitan tratamiento urgente.
Protesta y tratamiento casero
La activista de la UNPACU también afirmó que, tras agotar todas las instancias requiriendo atención médica, sólo le quedó la opción de alzar su voz en protesta. Es por ello por lo que puso el cartel frente a su casa.
“La Policía lo arrancó, pero logré llamar la atención”.
Apuntó.
El reporte de Cubanet indicó que, “tras el incidente, la dirección del policlínico de El Cristo envió a una enfermera para que realizara la microcirugía de las escaras, en la propia casa de la paciente”.
No obstante, la activista no permitió que se hiciera el procedimiento en tales condiciones. Ante su negativa, su madre fue trasladada al Hospital Juan Bruno Zayas, de la ciudad de Santiago de Cuba. Allí le removieron las escaras de su cuerpo.
Por último afirmó que, debido a la escasez de medicamentos en Cuba, el tratamiento de cicatrización tras la cirugía se basa en la aplicación de azúcar o miel de abeja en las lesiones.
Este caso es una muestra más del deficiente sistema de salud cubano, aunque el régimen se siga vendiendo como una potencia.
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Redacción Cubanos por el Mundo