A pesar de contar con toda la documentación reglamentaria para salir de misión a Venezuela, Virginia de la Caridad Fernández Palma, fisioterapeuta cubana, no pudo abordar el avión que la sacaría de la isla porque una funcionaria del régimen le dijo que “una negra no puede salir”.
No es de extrañar la vil actuación del régimen, traducida en un acto completamente racista hacia quien le sirve, porque Virginia Fernández, hasta la fecha ejerce su licenciatura en terapia física, en la salud pública de Santiago de Cuba.
Según relató la fisioterapeuta cubana en una transmisión en vivo de José Daniel Ferrer García, quien es defensor de los derechos humanos y Coordinador General de la Unión patriótica de Cuba, UNPACU, ella aspiraba irse a Venezuela en misión médica y a pesar de tener todo listo, la dirigente de salud pública, doctora María Caridad de la Cruz Castro, jefa de colaboración provincial en Santiago de Cuba, le prohibió su salida.
“Quéjate con quien tú quieras que aquí quien manda soy yo. Yo soy una Castro. Una negra no puede salir y más si no tiene dinero para pagar. Puedes escribirle a quien te dé la gana, pero yo soy una Castro y quienes mandamos en Cuba somos los Castro”, le dijo la representante del régimen a la fisioterapeuta cubana, en una respuesta que denotó alto racismo.
La servidora del castrismo también emitió un documento en el cual justifica con “mentiras” la razón por la cual no se le permitió viajar a Venezuela a Virginia Fernández, alegando entre otras cosas; que estaba suspendido el envío a misiones de fisioterapeutas y que además solo estaba saliendo del país personal médico masculino.
Por su parte, la fisioterapeuta cubana reiteró que todo lo escrito en el documento es mentira ya que del hospital provincial salió personal médico femenino en misiones al extranjero: “Es mentira que no estaban viajando mujeres, del hospital provincial, Castro envió a mujeres, pero todas blancas”, dijo Fernández.
La profesional en terapia física, contó además que la discriminación hacia ella fue tan evidente que incluso la funcionaria del régimen, decidió enviar a Venezuela a otra fisioterapeuta embarazada, aun cuando es reglamentario que mujeres en estado de embarazo no pueden salir en misión de la isla.
“María Caridad de la Cruz Castro, envió a una mujer embarazada a Venezuela a cambio de regalos, confiando en que allá se lo iban a sacar y la dejarían trabajar, pero no fue así, la viraron”, relató Fernández.
¿Cuál es la premura por salir de Cuba a Venezuela?
La fisioterapeuta cubana mencionó que ha enviado 27 cartas a distintas instancias, denunciando su caso y el hecho de que le negaran el viaje a Venezuela, aun cuando ya todo estaba listo, pero nadie le ha dado respuesta
“Llevo 7 u 8 años pasando por este problema y nadie me da una respuesta concreta, he escrito más de 27 cartas. Cada vez que ponía una queja me decía: no te preocupes que todo está bien, no te preocupes que tú vas a salir, pero esas quejas no llegaron arriba porque todas mis cartas desaparecían”, afirmó Fernández.
Ante la insistencia y el desespero de la profesional de la salud por salir de Cuba, surgió la duda: ¿Qué es lo que la motiva a querer irse a Venezuela?, país que por cierto atraviesa una situación similar a la de Cuba y a la que se le añade además los altos índices de inseguridad.
Fernández reveló que lo que la obliga a ella y a otros médicos a solicitar misiones en Venezuela y otros países del mundo, son las condiciones de sus casas, “Mi casa está apuntalada y hacer una remodelación en Cuba es imposible porque todo es muy caro y aunque sea con el poco dinero que nos dejan de la misión, algo se hace”.
Las consecuencias de denunciar en dictadura
Además de las vejaciones, maltrato verbal y el racismo ejercido sobre la fisioterapeuta cubana, que solo exigía su derecho de salir bajo explotación médica a Venezuela, la mujer ahora es víctima de amenazas y acoso por haber hecho pública su situación.
“Yo ya no quiero salir de Cuba porque tengo miedo de que me hagan algo, incluso desde que escribo cartas para denunciar, he sentido presiones y vigilancia. Me han tirado carros en la calle, me han enviado hombres para mal ponerme con mi esposo, he sufrido acoso y ya por último; mediante una ley, porque ahora en Cuba las leyes se ponen y se quitan porque ellos son Castro, la gobernadora me exigió que tengo que reincorporarme al trabajo”.
Virginia Fernández explicó que tiene una niña de 11 años a la que no puede dejar sola y menos ahora que teme por la integridad de la menor; “Yo tengo una niña de 11 años que no la puedo dejar sola, me da miedo que le hagan algo, también tengo miedo que le hagan algo a mi marido porque esto es así, cuando tú reclamas la verdad pones en peligro tu vida”, expresó.
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Redacción Cubanos por el Mundo
