Mientras por un lado el régimen intenta vender la reapertura de La Habana como un proceso “seguro”, por otro intenta a toda costa contener el alza en los casos de COVID-19. En el municipio Diez de Octubre, tres empresas del estado se mantienen bajo vigilancia epidemiológica para “evitar” un nuevo foco de coronavirus.
El Consejo de Defensa Provincial, indicó que se reforzarán medidas de aislamiento en unas 26 manzanas de Lawton.
En los centros laborales de Geominera, Geysel y Destilería Habana, se estarán aplicando otras medidas que impiden un mayor número de infectados.
Yatzia Limonta, directora de Salud en el territorio, informó que se aplica una pesquisa activa en Diez de Octubre, donde se realizan hasta dos veces al día en las zonas donde existe un aislamiento activo.
Detalló que cada nuevo infectado o “sospechoso” es sometido a un control sanitario estricto, según se estipula en los planes de reapertura e la ciudad.
Sin solución a la escasez en Cuba
En referencia a la escasez de alimentos y medicamentos en las zonas aisladas, el grupo castrista informó que presuntamente se estaría coordinando puntos de venta en cadenas TRD y CIMEX de la zona, para garantizar el abasto de productos.
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Sin embargo, este mismo plan es el que se tuvo previsto desde el inicio de la pandemia y hasta los momentos la falta de comida y otros productos en Cuba sigue siendo crítico.
Joel Queipo, miembro del Buró Provincial del Partido Comunista de Cuba en La Habana, exhortó a los funcionarios castristas a mantener el control dentro de Diez de Octubre.
Pidió además fortalecer el rigor del control de acceso al área aislada, en la cual las personas deben permanecer en sus hogares.
Redacción Cubanos por el Mundo
