La presencia de los llamados coleros en Cuba está lejos de ser controlada y acabada por los funcionarios del castrismo. Actualmente abundan las personas que hacen colas y luego venden los puestos a ciudadanos que no desean pasar horas a las afuera de los centros comerciales.
Medios locales entrevistaron a varias personas que se confiesan como coleros y detallaron estrategias para conseguir los primeros puestos y al mismo tiempo valiosos productos que posteriormente pueden revender.
Le puede interesar: Así discuten los cubanos por los números de una cola para comprar detergente en Santa Clara (+VIDEO)
El problema de los coleros en Cuba
Un hombre no dudó en justificar su “trabajo” al decir que es casi una obra social para las personas que no pueden, o no quieren, hacer las colas por uno o dos productos.
Explicó que cuando llega al punto avisa a los organizadores que hay cinco personas que lo acompañan. Acto seguido busca a las últimas personas de la cola para venderle uno de los lugares.
“Otras veces ellos mismos aparecen directo a buscar quién les resuelva. Si tienen el dinero, esa es su posibilidad de quitarse las colas de arriba”.
Queda claro que los coleros seguirán properando mientras tengan clientes dispuesto a pagarles lo que pidan por los mejores puestos de la cola. Hay que destacar que el entrevistado no reveló cuánto puede llegar a cobrar para entregar el lugar.
Otros ciudadanos contaron que el negocio de los coleros va mucho más allá y en muchos casos oficiales de seguridad de benefician de sus “negocios”. Personas en colas aseguran que ellos mismos organizan a los presentes y apartan lugares para después ofrecerlos a los más desesperados.
El desabastecimiento se siente como nunca y los cubanos se quedan en muchos casos sin los alimentos necesarios para la alimentación del día y al mismo tiempo otros hacen negocios con la miseria ante la vista cómplice de los funcionarios.
Le puede interesar: Eliécer Ávila denuncia que el Guerrero Cubano entró en el Paquete; Chocolate MC lo respalda y dice: «Abajo la dictadura»
Mientras los cubanos pelean en colas por la posibilidad de comprar alimentos o productos básicos, los funcionarios de castrismo se siguen llenando los bolsillos con los beneficios de las importaciones.
Redacción Cubanos por el Mundo