El camarero de un restaurante le pidió a un hombre que no llevaba la mascarilla puesta que la usara, y esto ofendió tanto al cliente que terminó amenazando con una pistola al trabajador del establecimiento.
El incidente tuvo lugar la semana pasada en un establecimiento de la cadena Bob-Be-Que en la ciudad de Mission, Kansas, y todo se generó entre el empleado de 18 años y un cliente de mediana edad.
Cuando el joven camarero Arlo Kinsey notó que un hombre había ingresado al local sin mascarilla, le solicitó que se colocara el elemento, tal como la normativa estatal lo establece por la pandemia.
«Le pregunté si podía usar una mascarilla, ya que es lo que el gobernador Kelly nos dijo que hiciéramos»,
contó el trabajador a The Kansas City Star.
Después de esta petición el camarero no recibió nada más que una amenaza, el hombre levantó su camisa para mostrar el arma que llevaba debajo, la cual estaba en una funda en la cadera.
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El muchacho de manera inmediata sintió un poco de miedo, pensando que el hombre le iba a disparar, pero afortunadamente no ocurrió.
“Todo lo que le pedimos es que use una mascarilla durante un par de minutos. Podríamos haber llevado su pedido al exterior si no hubiera querido. Pero entras en un área con aire acondicionado sin este elemento puesto y si te digo que te pongas uno, ¿me dispararás?”,
enfrentó el joven al hombre armado.
Seguidamente, el empleado buscó a su jefe, Bob Palmgren, quien en el incidente estaba detrás de la cocina. Tras la amenaza, el camarero le explicó a su superior lo ocurrido, por lo que fue a dirigirse hasta el cliente y esta le mostró un gorra de el presidente de Estados Unidos Donald Trump que llevaba puesta.
“Aunque me gusta Trump, eso no cambiaba nada (…) No tienes una mascarilla puesta, tu arma no va a matar el coronavirus, ahora vete de aquí”, dijo Palmgren.
Después de eso, hubo un acalorado intercambio de palabras, pero finalmente el hombre abandonó el restaurante.
Esta es una de las tantas disputas que se han generado, por exigir el uso de las mascarillas en lugares públicos, en especial en negocios donde las personas acuden a buscar algún servicio. Sin embargo, pese a la intransigencia de algunos clientes, los trabajadores se han mantenido firmes en solicitar el uso de mascarillas dentro de los establecimientos.