La familia de Aismel Blanco Castellanos, de 20 años,denuncia la negligencia médica que le cobró la vida al joven en Santiago de Cuba. Durante seis días, esperó atención en una prisión, luego de que su brazo derecho se reventara tras inyecciones de aceite.
Según describe la madre del joven, Odalis Castellanos, entrevistada por el Coordinador General de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), José Daniel Ferrer, Blanco Castellanos había comenzado a padecer seis días antes del pasado 23 de junio, cuando finalmente fue ingresado al Hospital Provincial Saturnino Lora, en Santiago de Cuba al verlo ya en grave estado.
Una vez hospitalizado, fue notificada la mujer, quien asistió a verle en el Hospital. Allí constató la grave situación en la que se encontraba el joven, presentando fiebre, con las uñas de sus pies y manos cianóticas. Al notificarle al personal médico que le atendía sobre lo que estaba viviendo el joven, dijeron que era “normal” que las tuviese moradas. Para controlarle la fiebre, tuvo que acudir a una sobrina enfermera externa para que lo inyectara.
“La guardia le decía que no se pusiera malcriado, porque le sacarían a la familia”, comenta la mujer que presenció el momento en el que su hijo rompía en llanto contándole lo que le ocurría.
Se inyectó – o le inyectaron – aceite en un brazo. Durante seis días pidió atención médica que le fue negada. A los seis días esperando, consiguió finalmente que lo trasladaran al hospital el día 23 de junio, topándose con la indiferencia del centro asistencial, muriendo ya el 24 de junio.
Aismel Blanco Castellanos, joven de 20 años de edad, tras seis días pidiendo asistencia medica, la cual le era negada, fue trasladado al hospital provincial Saturnino Lora el día 23 del pasado mes de Junio y al día siguiente a las 6 de la mañana murió. pic.twitter.com/diGhe1hc36
— Ana Belkis Ferrer Garcia (@anabelkisfg) July 15, 2020
Sobre las razones para que se hubiese inyectado aceite en el brazo, explica el hermano del occiso, quien también cumplió su tiempo en prisión, que lo hacen para engrosar la musculatura. En el caso de Aismel, su brazo se abrió y comenzó a supurar sangre y grasa. Describen que murió producto de un trombo graso, aunque podrían haberlo evitado si lo hubiesen operado con carácter de urgencia, según denuncian.
“Al momento en el que llega debían amputarlo de inmediato” dijo la madre.
Si bien esto ocurrió dentro de una prisión en Cuba, la realidad no es diferente para los ciudadanos que están “libres”. Recientemente, desde Santiago de Cuba denunciaban la muerte de una bebé producto de una negligencia médica en la atención a su madre, quien llegó con dolores de parto y esperó seis días para poder dar a luz. Se negaron a practicarle una cesárea.
La dramática situación de los hospitales en Cuba está también acompañada de denuncias frecuentes sobre hechos de negligencia médica, que desmontan el discurso oficial y la campaña “Cuba Salva vidas”.
Redacción Cubanos por el Mundo