Según información recibida por el show de Otaola, un grupo de cubanos se esconden dentro de una funeraria cubana y se hacen pasar por dolientes del muerto; para así evitar ser descubiertos y multados por los policía e inspectores cubanos.
Entre la gracia y la desgracia los cubanos tienen que ingeniárselas para poder sortear las trabas que pone el régimen y así poder adquirir los productos básicos. Lo último y el colmo, fue la reciente información recibida por el presentador Alex Otaola.
“¿Hasta dónde tenemos que llegar?”, se cuestionó Otaola al referirse a los hechos que dan risa y al mismo tiempo ganas de llorar. No es posible que los cubanos tengan que llegar al punto de esconderse en una funeraria que se encuentra al frente de un establecimiento que vende pollos, hacerse pasar por familiares y dolientes del muerto, para luego poder salir cuando esté habilitada la venta del alimento y solo así comprarlo sin necesidad de ser vistos y multados por la policía.
“Entonces al muerto que están velando un día antes de que salga el pollo, ese muerto tiene más dolientes que Rita Montaner; que fue el velorio más grande, visto en la historia de La Habana”, expresó Otaola sobre el increíble hecho registrado en una funeraria que prefirió no identificar.
La nueva modalidad adoptada por los cubanos desesperados por comprar comida consiste en despistar a los inspectores que pasan a chequear la zona: “Llega el inspector que viene a ver si hay colas por la madrugada, ve vacía la tienda del pollo, pero ve la funeraria como si se hubiera muerto Raúl, y todo el que está haciendo la cola, cuando ve al inspector tiene que ponerse a llorar”, contó Otaola, y agregó: “El que más llore, es el que se puede quedar”.
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Redacción Cubanos por el Mundo
