Ese es el testimonio de Miguel Ángel Ruano, un médico cubano exiliado que describió cómo desde la Dirección Provincial de Salud (DPS) de Villa Clara, provincia donde ejerció en el pasado y vive su madre, funcionarios lo han estado contactando para amenazarlo.
Por un lado abriendo las tiendas en dólares para que los exiliados envíen a sus familiares, forzando aún más mientras trabajan en el exterior. Por el otro, ejerciendo presión psicológica contra quienes buscando futuro se vieron forzados a emigrar.
“Me han escrito para amenazarme y tratar de manipularme psicológicamente con la salud de mi madre (me hablan de su mirada pérdida por los años (demencia) y las enfermedades que posee a sus 88 años, y tratan todo el tiempo con absoluta crueldad de culparme por su estado por no poder entrar yo a CUBA” arguyéndole que eso es lo que “traidores como él” merecen.
El médico cubano compartió las capturas de los mensajes que le estaban haciendo llegar a través de su cuenta de Facebook. Se le impide entrar a Cuba, por lo que tampoco pudo despedir a su padre. Desconoce quién está detrás de los mensajes, solo se le identificó como un funcionario de la DPS en Villa Clara, quien le reprochaba insistentemente por la “tristeza” de su madre al no poder verlo.
“Quien me acosaba y me escribía, reconoció con gran cinismo que eso era porque yo era un GUSANO TRAIDOR A LA PATRIA EN BUSCA DE DOLARES, que el dinero que yo le mandaba a mi madre me lo robaban las personas que yo le pagaba para que me ayudaran con ella allá en Cuba y que de nada le servían a mi mamá los recursos que yo procuraba para cuidarla”.
Además luego continuó amenazándolo con que podría esperar a su madre, la muerte que ya visitó a su padre; y además le indicaban, según su testimonio, que no le permitirían entrar al país tampoco a despedirla por ser un “traidor”.
“Todo el tiempo me reprocho la imposibilidad de darle un abrazo a mi mamá por haberla según ellos cambiado por unos dólares”.
Los “desertores” como califica el régimen cubano a cada médico que abandona las misiones médicas, suelen quedar en el radar de la dictadura para el hostigamiento y la presión, utilizando a sus familiares dentro de la isla como medio para el chantaje.
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Redacción Cubanos por el Mundo
