Las redes se prendieron en Cuba con la peculiar publicación de un poema sobre las tiendas que aceptan Moneda Libremente Convertible (MLC) en la isla.
Los 72 locales abrieron sus puertas al público el pasado lunes 20 de julio y desde entonces se evidenciaron claras irregularidades. Muchos consideran una “falta de respeto” que están completamente abastecidos de comestibles de primera necesidad y que se pueda comprar todo lo deseado.
Todo eso mientras que en el tiempo de cuarentena las tiendas tradicionales estaban, y siguen, desabastecidas. Para conseguir lo mínimo se deben hacer largas colas y solo se puede comprar las cantidades reguladas por el régimen.
Le puede interesar: Sigue la indignación: Tiendas MLC están «hasta arriba» de productos y el resto es miseria (+FOTOS)
Poema sobre las tiendas MLC
En medio de esta sentida polémica de discriminación y búsqueda de divisas del castrismo apareció en Facebook el poema de Yunier Enriquez titulado “Poema del Peso sin pero”.
Los versos relatan de forma clara y sin miedo lo que sienten los cubanos que no tienen posibilidad de comprar en las tiendas MLC.
Asómate en una esquina
y mira si hay una tienda,
Que a Cuba no hay quien la entienda,
Ni a las leyes del partido.Mira que cuento contigo,
Y es que estoy desconsolado,
Pues me han dejado de lado,
Junto a Maceo y Camilo.Ahora resulta que el dólar,
Es el dueño de la Habana,
Moneda que nadie gana,
Pero que ahora es tendencia.Me han puesto de penitencia,
Por no ser americano,
El problema es que el cubano,
Es del último que llega.Camilo donó la barba,
Maceo vendió el caballo,
Yo estoy vendiendo mi traje,
Pues me he quedado pasmado.Asómate en una esquina
y mira si hay una tienda,
Que a Cuba no hay quien la entienda,
Ni a las leyes del partido.Mira que cuento contigo,
Y es que estoy desconsolado,
Pues me han dejado de lado,
Junto a Maceo y Camilo.Ahora resulta que el dólar,
Es el dueño de la Habana,
Moneda que nadie gana,
Pero que ahora es tendencia.Me han puesto de penitencia,
Por no ser americano,
El problema es que el cubano,
Es del último que llega.Camilo donó la barba,
Maceo vendió el caballo,
Yo estoy vendiendo mi traje,
Pues me he quedado pasmado.Una vez fuimos patriotas,
Ahora somos veteranos,
Sin glamur y en varias tiendas,
Con acceso limitado.Ya ninguna billetera,
Me recibe con agrado,
Mi valor es casi nulo,
Otra vez me han desterrado.Ahora en Cuba manda el dólar,
Prepotente, Americano.
Yo he quedado malamente,
Para pagar los mandados.
El escrito apareció en las redes el mismo día que abrieron las tiendas MLC. Hasta la fecha acumula miles de reacciones.
Le puede interesar: Tiendas MLC contarán con «suficientes productos» para su reabastecimiento ¿y las demás?
Para los cubanos las formas de expresión están limitadas por lo que lo que el peculiar poema se adapta a la perfección a lo que millones experimentan con la desigualdad alimentaria en la isla.
Cubanos por el Mundo
