El opositor cubano Ramón Arboláez Abreu, tras enfrentar un momento crítico de salud debido al cáncer de lengua y garganta que padece, pidió visa en México para tratarse en Estados Unidos y la misma le fue negada.
El hombre que ha apoyado la lucha por la libertad de Cuba desde 1990, necesita con caracter de urgencia ingresar al territorio estadounidense para recibir el tratamiento contra el cáncer que padece y que en México no lo tienen, afirmó la periodista Maite Luna en una denuncia realizada vía Facebook.
A pesar de que en México recibió unas sesiones de quimioterapia, el opositor cubano requiere el tratamiento en su totalidad y en el país que reside actualmente no se lo pueden otorgar porque ante la situación de pandemia, los hospitales mexicanos se encuentran completamente saturados.
Ramón, ante la negativa de visa para pasar a los Estados Unidos, se encuentra varado en el puente fronterizo que conecta las ciudades de Reynosa y McAllen. Allí llegó en silla de ruedas y en compañía de su esposa y sus dos hijos menores.
Periodistas como Maite Luna y abogados han pedido a las autoridades consulares de Estados Unidos que el opositor cubano tenga la opción de cruzar la frontera para que pueda ser estabilizado en un hospital estadounidense. Sin embargo otros expertos en materia legal, han afirmado que el activista “no puede ingresar a los Estados Unidos porque no cumple con el requisito de tener una estadía legal en México y presenta falta de solvencia para pagar su tratamiento”.
Persecución desmedida, injusticia y falta de humanidad
Ramón Arboláez Abreu, basó su petición de asilo político en que tanto él como su familia fueron víctimas de la persecución llevada a cabo por agentes de la Seguridad del Estado cubano en la ciudad de Santa Clara.
El sometimiento por parte del régimen se extendió a tanto que, él y su esposa resultaron detenidos repetidamente hasta que les quitaron su hogar y los obligaron a exiliarse fuera de la isla.
La pareja víctima de la dictadura cubana, llegó a Trinidad y Tobago, donde fueron reconocidos como “refugiados” por parte de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados, ACNUR, pero, como el gobierno local confiscó sus pasaportes con la condición de devolvérselos si regresaban a Cuba, Ramón y su esposa decidieron escapar sin los documentos de inmigración y llegar México.
Una vez en México, el opositor cubano trabajó como soldador durante un tiempo, pero el sueldo no fue suficiente para mantenerse y ahora debido a su grave enfermedad no puede laborar, de manera que él y su familia viven de donaciones de alimentos.
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Redacción Cubanos por el Mundo
