Un hombre de West Addison, Vermont en Estados Unidos, perdió su prótesis de pierna tras saltar de un paracaídas. Luego un granjero la encontró y se la devolvió, así como también le devolvió la felicidad al saber que la había recuperado.
Chris Marckres iba a aterrizar luego de saltar en paracaídas cuando se dio cuenta de que faltaba algo; su prótesis de la pierna derecha. El hombre amante de los deportes extremos no se había percatado de la significativa pérdida mientras
“Nunca supe, creo que mi adrenalina había subido tanto que no era mi foco. Estaba prestando atención a todo lo demás y simplemente disfrutándolo”.
Tras perder su prótesis, la mayor preocupación de Chris era no recuperarla y tener que recurrir a una silla de ruedas, puesto que la pieza postiza tiene un valor de 20 mil dólares; un monto que el hombre pensó que su compañía de seguros no pagaría para reemplazarla.
El panorama imaginado por Chris con la pérdida de su prótesis, empeoraba al recordar que tendría que llegar a sus citas de diálisis tres veces por semana sin poder caminar. En tal sentido recurrió a las redes sociales para comunicar sobre el extravío y pedir que estuvieran pendiente de encoentrarla.
Afortunadamente la vida le sonrió al hombre de 47, porque un día después de hacer público su caso, Marckres recibió noticias de Joseph Marszalkowski, un granjero que había visto su publicación y había encontrado la pierna protésica en un campo de soja.
Al menos 100 personas participaron activamente en la búsqueda de la prótesis, incluso un hombre que entrena perros de búsqueda y rescate también se acercó al área a buscar. Sin embargo, el que dio con el paradero fue el agricultor Joseph Marszalkowski, a quién Chris le guarda un profundo agradecimiento.
“Realmente es una experiencia humillante. De alguna manera restaura tu fe en la humanidad que todavía hay tantas personas verdaderamente buenas en el mundo que están dispuestas a ayudar a un completo desconocido “
El granjero buscó por horas en el campo, justo en la parte donde aterrizan los aviones de paracaidismo, también usó un dron hasta que se le agotó la batería, pero cuando comenzó a oscurecer, se rindió. Luego, mientras caminaba de regreso a su camioneta, vio la pierna gris oscuro en la hierba y procedió a devolverla sin pedir nada a cambio.
Redacción Cubanos por el Mundo