Al parecer las leyes creadas para sentenciar los delitos cometidos por afroamericanos, muestran mayor severidad que cualquier otra. Un hombre negro de Louisiana fue sentenciado a cadena perpetua por intentar robar una máquina podadora en el año 1997.
Tras 23 años cumplidos de una sentencia de cadena perpetua, Fair Wayne Bryant a sus 62 años, apeló por la reconsideración de su pena la cual considera “inconstitucionalmente severa y excesiva”. El cargo por el cual fue imputado Bryant en 1997, fue intento de robo simple de un juego de tijeras podadoras de seto.
Según la deliberación del caso de apelación estudiado por la Corte Suprema de Louisiana, ésta emitió un fallo negando la solicitud realizada por el sentenciado, que ahora pasará el resto de su vida en la cárcel por robar una podadora.
De los jueces que intervinieron en la decisión de reducción de pena de Bryant, la mayoría coincidió en rechazar la solicitud y solamente la presidente del Tribunal Supremo, Bernette Johnson, emitió voto a favor, pues considera que la pena establecida es “desproporcionada con el crimen y no tiene ningún propósito penal legítimo”.
Entre las justificaciones a las que Johnson se apegó para apoyar la apelación de Bryant, se encuentran que la sentencia está sancionada por la ley de delincuentes habituales, lo que en significa que por su historial de delitos menores, la pena impuesta es incongruente; adicionalmente, planteó los costos generados hasta la fecha por mantener a este hombre en prisión y ofreció un cálculo estimado de un millón de dólares si el acusado permanece veinte años más en la cárcel, dinero que es proporcionado a través de los impuestos de los contribuyentes de Louisiana y que puede ser inyectado a otros proyectos sociales.
Finalmente, y lo que deja más marcada la incógnita sobre si la decisión de mantener la sentencia de cadena perpetua pueda deberse a ideologías racistas, es que todos los jueces involucrados son hombres blancos, siendo Johnson la única mujer negra entre los magistrados. También se apoya en que en el pasado se crearon leyes que injustamente juzgaron a ciudadanos afroamericanos emancipados con “sentencias extremas por pequeños robos asociados con la pobreza”.
El resultado concerniente a la solicitud hecha por Bryant, fue negativa en su mayoría y aunque la Jueza Johnson insistió en defender su apelación por ser extrema con respecto a los cargos, el acusado deberá resignarse a pasar el resto de su vida en prisión por haber intentado robar un juego de tijeras para podar setos.
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Redacción Cubanos por el Mundo
