Ángela Chiapello, una anciana de 61 años de edad, jubilada, que vivía con su padre y una sobrina, fue víctima de robo y maltrato físico dentro de su vivienda, adicionalmente los vándalos incendiaron su casa, dejándola encerrada y gravemente herida en una ciudad de Argentina.
Ángela, vivía en Ezpeleta, Quilmes, en Argentina, junto a su padre de 84 años y su sobrina Verónica que se encontraba cumpliendo una orden de arresto domiciliario, por encontrarse involucrada en casos de venta de estupefacientes, la cual presuntamente también se encuentra relacionada con los hechos ocurridos el pasado 08 de agosto, causantes de la muerte de la anciana.
Los vecinos percibieron el humo salir de la vivienda y corrieron de inmediato al auxilio de la mujer que se encontraba sola en el lugar, luego de media hora de intentos fallidos por ingresar al domicilio, los vecinos lograron rescatar a la anciana gravemente herida.
Según las investigaciones realizadas en el lugar de los hechos, se presume que el accidente fue previamente planificado, y se hallaron tres personas involucradas, las cuales ya están siendo procesadas por la justicia, un joven apodado “Tati” (pareja de Verónica) y sus dos hermanos de 17 y 20 años.
Las evidencias dicen que los asaltantes entraron a la vivienda con una llave o que alguien los dejó entrar, puesto que no se detectó ninguna cerradura forzada que indicara lo contrario; entre las cosas materiales que faltaban solo se contabilizó un televisor que fue encontrado en la vivienda de los asaltantes. Adicionalmente, el examen forense indicó que la anciana fue brutalmente golpeada y encerrada en la habitación con la firme decisión de no dejarla salir, pero las complicaciones en sus pulmones y vías respiratorias a causa del humo inhalado, fueron los que le quitaron la vida.
Para completar el homicidio los asaltantes prendieron fuego a la vivienda y fueron cerrando todas las puertas para impedir tanto la entrada, como la salida de personas, esto indica que la intención era terminar con la vida de Ángela.
La hija de la víctima, Griselda Quevedo, declaró para las autoridades su presunción de que fue un homicidio premeditado. Comentó que hace unos meses atrás su madre realizó varias denuncias en contra de su sobrina, por maltrato físico y robo y ya habían solicitado el cambio de domicilio para que la misma terminara de cumplir su condena en otra parte, pero las autoridades nunca dieron respuesta.
Es de mencionar que hace dos días, la sobrina se llevó a su abuelo de la casa y sacaron todos los muebles y enseres propiedad de la anciana, Griselda pensó que, si con eso su madre estaría bien, entonces lo dejaría así, jamás pensó que volverían por más. Es por ello, que además de culpar a su prima, responsabiliza por complicidad a su tía, hermana de su madre, en la planificación de este trágico hecho.
“Lo que quiero es que esto se sepa, que no quede en la nada, porque nosotros buscamos ayuda y nadie nos escuchó. Ahora mataron a mi mamá”, son las exigencias que hace Griselda a la justicia de Argentina por los hechos ocurridos.
Todavía se están realizando las investigaciones del caso, para determinar sus autores intelectuales, mientras tanto, los tres detenidos ya se encuentran procesados por los cargos de incendio agravado por el compromiso de vida, homicidio y robo en grado de tentativa.
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Redacción Cubanos por el Mundo